Protusión discal – Que es, como se cura, cuanto tiempo tarda

Protusión discal – Que es, como se cura, cuanto tiempo tarda
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Una protusión discal se produce cuando los discos intervertebrales se comprimen y se produce un abombamiento posterior que puede presionar las raíces nerviosas, provocando dolor y problemas de movilidad al mantener posturas mucho tiempo o al hacer movimientos concretos.

Es un tipo de hernia de disco, que ocurre cuando el material interno de un disco intervertebral se proyecta hacia fuera a través de una ruptura en el anillo exterior del disco. Esto puede ejercer presión sobre los nervios cercanos y causar dolor, entumecimiento, hormigueo y debilidad en la zona afectada. Suelen deberse a una degeneración relacionada con la edad, mientras que los síntomas tienden a progresar gradualmente.

Se pueden recomendar tratamientos en la espalda que van desde opciones a corto hasta a largo plazo y que tienen como objetivo aliviar el dolor. Las opciones de tratamiento pueden incluir fisioterapia, medicamentos para el dolor y, en algunos casos, cirugía. En nuestra clínica de fisioterapia madrid tratamos las protusiones muy habitualmente.

Se ha estimado que entre el 20 y el 30% de la población adulta tiene algún grado de protusión discal. Además, las protusiones discales son más comunes a medida que las personas envejecen, ya que los discos intervertebrales pierden su elasticidad y son más propensos a desplazarse.

La prevalencia también puede variar en función del sexo, ya que las mujeres son más propensas a padecer problemas de la columna vertebral que los hombres.

Además, algunos factores de riesgo para desarrollar una protusión discal incluyen el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso o la obesidad, y las actividades laborales o deportivas que implican un esfuerzo físico excesivo.

 

Qué es una protusión discal

La protusión discal se produce cuando los discos intervertebrales entre los huesos de la columna se comprimen y sobresalen. Entre los cuerpos vertebrales hay un disco vertebral que permite el movimiento y actúan como amortiguadores evitando que los huesos se rocen entre sí.

Cada disco contiene una capa exterior resistente con un gel en el centro que puede perder su flexibilidad, reducirse y volverse rígido. Cuando el disco se abomba, puede comprimir o hacer contacto con un nervio y desencadenar dolor.

A veces, la capa exterior del disco se rompe y el centro gelatinoso es expulsado a través de un desgarro en la pared exterior del disco generando las hernias discales.

 

¿Es grave una protusión discal?

La gravedad de la condición puede variar dependiendo de la ubicación y el tamaño de la protusión, así como de los síntomas que presenta el paciente. En la mayoría de los casos suele ser asintomática y no requerir tratamiento, mientras que en otros puede causar dolor y limitación en la movilidad. Es importante consultar a un médico para evaluar la gravedad de la condición y determinar el mejor plan de tratamiento.

 

Tipos de protusiones discales

Existen varios tipos de protusiones discales, que se pueden ver por resonancia magnética, algunos de los cuales son los siguientes:

– Anterior: es cuando el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia adelante y hacia fuera del anillo fibrocartilaginoso, comprimiendo los nervios y los vasos sanguíneos en la parte delantera de la columna.

– Posterior: el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia atrás y hacia fuera del anillo fibrocartilaginoso, comprimiendo los nervios y los vasos sanguíneos en la parte posterior.

– Central: es cuando el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia el centro de la columna vertebral, comprimiendo el saco dural que contiene los nervios espinales.

– Lateral: el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia el lado de la columna vertebral, comprimiendo los nervios y los vasos sanguíneos en esa zona.

– Foraminal: el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia una de las aberturas en la columna a través de las cuales los nervios y los vasos sanguíneos salen de la columna.

– Anular: el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia el anillo fibrocartilaginoso que es la capa exterior del disco que rodea al núcleo pulposo y mantiene el disco en su lugar.

 

Causas de una protrusión discal

Existen varias causas posibles de una protusión discal, algunas de las cuales incluyen:

– Envejecimiento ya que con el tiempo, los discos espinales pueden perder su elasticidad y su capacidad para amortiguar los golpes, lo que aumenta el riesgo de hernia.

Lesiones deportivas como un golpe fuerte o una lesión en la espalda.

– Sobrepeso y el exceso de peso puede aumentar la presión en los discos espinales y aumentar el riesgo de hernia.

– Malas posturas ya que mantener una mala postura encorvada, estar sentado o de pie con la espalda curvada, puede aumentar la presión en los discos espinales por la debilidad muscular.

– Actividad laboral o deportiva excesiva puede contribuir a la degeneración de los discos espinales.

– Predisposición genética por lo que algunas personas son más propensas a la degeneración del disco debido a su genética.

 

Síntomas de una protusión discal

Los síntomas de una protusión dependen de su gravedad y de su ubicación en la columna. El dolor y otros síntomas se deben al roce del disco con uno o varios de los nervios que salen de la médula espinal. Como el disco puede abultarse hacia la izquierda o hacia la derecha, puede sentir los síntomas en un lado o en ambos.

Los síntomas pueden variar dependiendo de la ubicación y el tamaño, así como de la cantidad de presión que ejerce sobre los nervios cercanos. Algunos de los síntomas comunes incluyen:

– Dolor de espalda que puede ser agudo o crónico y puede ser peor al sentarse o levantar objetos pesados.

– Espasmos en los músculos de la espalda

– Dolor en las piernas ya que puede comprimir los nervios que van a las piernas, causando dolor, debilidad o entumecimiento en las piernas, pies o dedos del pie.

– Hormigueo o entumecimiento por la presión sobre los nervios que puede causar hormigueo o perdida de sensibilidad en las piernas, los pies o los dedos de los pies.

– Dolor de espalda que empeora con el movimiento

– Perdida de fuerza y debilidad en las extremidades inferiores, lo que puede hacer que sea difícil caminar o subir escaleras.

– Reflejos alterados de los pies o las piernas.

– Problemas de control de la vejiga o del intestino: en casos graves, ya que puede comprimir los nervios que controlan la vejiga o el intestino, causando problemas de incontinencia.

 

 

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Tratamiento de la protrusión discal

El tratamiento para una protusión discal puede incluir una combinación de medidas conservadoras y tratamientos médicos. Cada persona es diferente y que el tratamiento adecuado dependerá de la gravedad y de la respuesta individual al tratamiento. Es importante seguir las recomendaciones de su médico y continuar con el tratamiento para asegurar una recuperación completa.

Algunas opciones de tratamiento incluyen:

– Reposo ya que es importante descansar y evitar actividades que empeoren los síntomas.

– Analgésicos como el paracetamol o el ibuprofeno, pueden ayudar a aliviar el dolor.

– Fisioterapia que puede incluir ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad, así como técnicas de estiramiento.

– Inyecciones de esteroides para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

– Acupuntura que puede ser beneficiosa para aliviar el dolor y mejorar la función.

– Cirugía en casos graves o si otros tratamientos no han funcionado, para corregir la hernia y aliviar la presión sobre los nervios.

 

Fisioterapia en la protrusión discal

La fisioterapia puede ser una parte importante del tratamiento. Un fisioterapeuta puede ayudar a aliviar el dolor, reducir la inflamación, mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos de la espalda para ayudar a prevenir futuras hernias. Algunas de las técnicas de fisioterapia que pueden utilizarse incluyen:

– Estiramientos específicos para estirar los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad.

– Ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar el control motor, el rango de movimiento y la estabilidad.

– Terapia manual, técnicas de manipulación para aliviar la presión sobre los nervios y reducir el dolor.

– Tratar las contracturas musculares y los tejidos blandos.

– Ejercicios para mejorar la estabilidad de la columna vertebral y prevenir futuras hernias.

– Higiene postural y reeducación postural sobre cómo mantener una buena postura y prevenir lesiones.

Es importante mencionar que es recomendable consultar a un fisioterapeuta especializado en columna vertebral para que el tratamiento sea el más adecuado para cada caso. Es importante seguir las recomendaciones del fisioterapeuta y continuar con los ejercicios y técnicas de fisioterapia para asegurar una recuperación completa.

Como se cura una protusión discal

Las protusiones generalmente no se curan por lo que van acompañarnos toda la vida, pero se pueden tratar para que no sean dolorosas. Hay casos en los que se pueden reabsorber a lo largo del tiempo pero no suele ser habitual y no se suele relacionar con el control del dolor.

En la mayoría de los casos se sigue un tratamiento médico no quirúrgico, especialmente si se toma las cosas con un poco de calma, realizando actividades de baja intensidad, como caminar que sirven para reducir la inflamación y aliviar el dolor.

El tratamiento conservador principalmente modificar las actividades para evitar los movimientos que causan dolor y tomar analgésicos.

– Si el dolor es de leve a moderado, el médico puede recomendar analgésicos como paracetamol, ibuprofeno o naproxeno y antiinflamatorios para aliviar el dolor y reducir la inflamación. Pueden recetarse relajantes musculares si se tienen espasmos musculares.

Si el dolor cervical o lumbar no mejora con los medicamentos orales, el médico puede recomendar esteroides que pueden inyectarse en la zona que rodea los nervios raquídeos como una solución adecuada a corto plazo.

La fisioterapia para protusiones discales y los ejercicios pueden ayudar a la persona a fortalecer los músculos que rodean el disco y mejorar la movilidad. Un médico o un fisioterapeuta puede ayudar a determinar los ejercicios seguros para una persona, dependiendo de la posición de la protusión.

– Pueden sugerir actividades físicas suaves, como el yoga o los paseos.

– Los estiramientos para la espalda, el cuello y las piernas pueden ser otra opción en casa para aliviar el dolor. La persona también puede necesitar perder peso para reducir la presión sobre las vértebras.

– Corregir las posturas que producen dolor, e introducir elementos para obtener un soporte lumbar adecuado cuando se está sentado o trabajando.

– Algunos ejercicios pueden ayudar a aliviar el estrés pero tenga cuidado ya que al hacer ejercicio de forma incorrecta puede empeorar los daños. Si algún ejercicio agrava los síntomas debe dejar de hacerlo.

Cuánto tiempo tarda en curarse una protusión discal

El tiempo medio que tarda en dejar de doler una protusión del disco es de cuatro a seis semanas con tratamiento, pero puede mejorar en pocos días, dependiendo de la gravedad y del lugar donde se haya producido.

En algunos casos, los síntomas pueden desaparecer en unas pocas semanas o meses con el tratamiento conservador, como el uso de analgésicos, la fisioterapia y el reposo. Sin embargo, en otros casos, los síntomas pueden persistir durante meses o incluso años, especialmente si la hernia es grande o está comprimiendo nervios importantes.

La mayoría de los casos de protusiones mejoran en un plazo de 1 a 4 meses. Por supuesto, esto depende de la gravedad de la lesión, así como de la edad y el estado de salud general del paciente. Por eso son tan esenciales los ejercicios y actividades para fortalecer los músculos de la espalda.

El factor más importante para la curación es el tiempo y corregir las malas posturas, también depende de cómo sea la recuperación y del tipo de tratamiento que reciba.

¿Una protusión discal puede desaparecer?

En algunos casos, una protusión discal puede desaparecer sin tratamiento, debido a que el cuerpo puede reparar el desplazamiento del núcleo pulposo del disco y reducir la inflamación. Sin embargo, esto puede tardar varios años y puede requerir cambios en el estilo de vida para reducir el dolor crónico y la inflamación.

El tratamiento del dolor conservador, como el reposo, la fisioterapia, el uso de analgésicos y antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la función. El reposo, especialmente descansar la zona afectada, puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.

Cuándo hay que operar  una hernia de disco

En alrededor del 10% de los pacientes, el cuerpo no puede curarse por sí mismo y se quedan con síntomas de dolor. En los casos en que el dolor y otros síntomas no mejoran con el tratamiento conservador en seis semanas. La cirugía no es efectiva sobre el dolor del cuello o la espalda, sino sólo sobre el dolor irradiado. Solo se realiza el tratamiento quirúrgico cuando el dolor irradiado es el que realmente hace sufrir al paciente.

Las cirugías más comunes son:

– Microdiscectomía

Es el tratamiento más habitual en el que se extrae una parte o la totalidad de la sección herniada del disco. El tiempo de recuperación es de unas seis semanas.

– Fusión espinal

Consiste en fusionar dos o más vértebras para reducir el movimiento entre los huesos. Esta cirugía se realiza cuando los discos están dañados debido al desgaste por la edad. El tiempo de recuperación suele oscilar entre 3 y 6 meses, ya que los huesos deben fusionarse para sostener la columna vertebral.

Como aliviar la protrusión discal en casa

Además de los tratamientos recomendados por un médico o fisioterapeuta, también hay algunas medidas que puedes tomar en casa para aliviar los síntomas y promover el alivio del dolor.

Algunas opciones de tratamiento casero incluyen:

– Reposo ya que es importante descansar y evitar actividades que empeoren los síntomas. Si el dolor es intenso, es recomendable mantenerse en reposo hasta que los síntomas mejoren.

– De pequeños paseos varias veces al día para relajar la espalda

– Calor o frío: aplicar una compresa caliente o fría sobre la zona afectada puede ayudar a aliviar el dolor y reducir la inflamación.

Utilizar una bolsa de hielo en la parte de la espalda donde se encuentra el disco durante 10 minutos, puede usarlo varias veces al día.

Utilizar una bolsa térmica en la espalda para reducir la rigidez durante 10 minutos. Si tiene inflamación no utilice calor. Puede usarlo varias veces al día.

– Ejercicios de estiramiento: los estiramientos específicos y el ejercicio físico para la espalda pueden ayudar a aliviar el dolor y mejorar la flexibilidad.

– Alimentación saludable: una dieta equilibrada puede ayudar a mantener un peso saludable y mejorar la calidad de vida.

– Meditación y relajación: la meditación y la relajación pueden ayudar a mejorar los hábitos de vida, reducir el estrés y aliviar el dolor.

Como dormir con una protrusión discal

Dormir con una protusión discal puede ser difícil debido al dolor y la incomodidad que pueden causar los síntomas. Sin embargo, hay algunas posiciones y medidas que puedes tomar para ayudar a aliviar el dolor y mejorar tu capacidad para dormir:

–  Colchón firme puede ayudar a reducir la presión sobre la columna vertebral y aliviar el dolor.

– Usar una almohada cervical puede ayudar a mantener una buena postura durante la noche y reducir la presión .

Es importante mencionar que cada persona es diferente y puede sentirse cómodo en diferentes posiciones, por lo que es importante experimentar para encontrar la posición que mejor se adapte a tus necesidades.

 

Como dormir con una protrusión cervical

Hay algunas posiciones y medidas que puedes tomar para ayudar a aliviar el dolor y mejorar tu capacidad para dormir:

– Dormir de lado con una almohada para el cuello y una almohada adicional entre las rodillas puede ayudar a aliviar la presión sobre la columna cervical y las estructuras nerviosas.

– Posición semisentada: dormir con una almohada adicional detrás de la espalda para mantener una posición semisentada puede ser cómodo para algunas personas con hernia discal cervical.

– Usar una almohada cervical específica para la postura cervical durante la noche puede ayudar a mantener una buena postura y reducir la presión.

 

Como dormir con una protusión lumbar

Dormir puede ser desafiante debido al dolor y la incomodidad en la zona lumbar. Sin embargo, hay algunas posiciones y medidas que puedes tomar para ayudar a aliviar el dolor y mejorar tu capacidad para dormir:

– Dormir de lado con una almohada entre las rodillas puede ayudar a aliviar la presión sobre la columna lumbar y mantener una buena postura.

– Posición fetal con una almohada para apoyar la cabeza y el cuello también puede ser cómodo para algunas personas.

– Usar una almohada lumbar específica para la postura lumbar durante la noche puede ayudar a mantener una buena postura y reducir la presión.

 

 

Trabajar con una protrusión discal

Trabajar con una protusión discal puede ser difícil debido a los síntomas de dolor y debilidad que pueden acompañar a la condición. Sin embargo, es posible continuar trabajando si se toman medidas para aliviar los síntomas y se realizan ajustes en el lugar de trabajo.

En primer lugar, es importante seguir las recomendaciones de tu médico y continuar con el tratamiento para aliviar los síntomas de dolor lumbar, como reposo, fisioterapia, medicamentos analgésicos y antiinflamatorios.

En segundo lugar, es importante comunicarse con tu empleador y discutir los ajustes necesarios en el lugar de trabajo para ayudar a aliviar los síntomas y prevenir el agravamiento de la condición.

Por ejemplo, se pueden realizar ajustes en el escritorio y en la silla para mejorar la postura, se pueden programar descansos regulares para estirar y moverse, y se pueden realizar cambios en las tareas para reducir el esfuerzo físico o las cargas.

Es importante también buscar el apoyo de un fisioterapeuta para ayudar a desarrollar un plan de tratamiento y de ejercicios para aliviar los síntomas y mejorar la función.

Cada caso es diferente y las necesidades de cada persona varían, es importante seguir las recomendaciones del médico y trabajar en estrecha colaboración con tu empleador para asegurar que puedas continuar trabajando de manera segura y efectiva.

Tipos de lesiones discales

Existen varios tipos de patología discal que pueden afectar a los discos vertebrales, que se detectan con pruebas diagnosticas para ver el canal medular y la estructura del disco, algunos de los cuales son los siguientes:

– Protusión discal: es cuando el núcleo pulposo del disco se desplaza hacia el anillo fibrocartilaginoso, pero no lo rompe. Es un abultamiento del disco y es una condición menos grave que la hernia discal.

– Hernia discal: es una condición en la que el núcleo pulposo del disco se desplaza y rompe el anillo fibrocartilaginoso, causando una protuberancia fuera de su lugar. Es una condición más grave que la protusión discal.

– Deslizamiento discal: es cuando un disco se desplaza fuera de su posición normal en la columna vertebral.

– Fisura discal: es cuando se produce una fisura o grieta en el anillo o  las fibras fibrocartilaginosas del disco.

– Degeneración discal: es un proceso natural de envejecimiento en el que los discos pierden su elasticidad y se vuelven menos hidratados, lo que puede causar dolor y debilidad en la columna vertebral.

– Estenosis de canal espinal: es cuando el espacio en el interior de la columna vertebral se estrecha debido a la acumulación de tejido óseo o a una protusión, comprimiendo los nervios y causando dolor y debilidad.

 

 

Ejercicios para la protrusión discal

Los ejercicios son una parte importante del tratamiento del disco intervertebral ya que pueden ayudar a aliviar el abombamiento discal, mejorar la flexibilidad y fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral.

Sin embargo, es importante seguir las recomendaciones de un profesional de la salud antes de comenzar cualquier ejercicio, ya que algunos ejercicios pueden empeorar los síntomas en algunas personas. A continuación, se presentan algunos ejercicios comunes recomendados:

 

Estiramientos

Estirar los músculos de la espalda, la cadera y las piernas puede ayudar a aliviar el dolor y mejorar la flexibilidad. Ejemplos de estiramientos incluyen el estiramiento de la pierna estirada, el estiramiento del hombro y el estiramiento de la rodilla al pecho.

 

Fortalecimiento abdominal

Fortalecer los músculos abdominales puede ayudar a estabilizar la columna vertebral y reducir la presión en los discos. Ejemplos de ejercicios abdominales incluyen el curl de piernas y el curl abdominal.

 

Fortalecimiento de la espalda

Fortalecer los músculos de la espalda puede ayudar a soportar la columna vertebral y reducir el dolor. Ejemplos de ejercicios de fortalecimiento de la espalda incluyen el remo con mancuernas y el extensiones de espalda con una máquina.

 

Ejercicios de estabilización

Los ejercicios de estabilización pueden ayudar a fortalecer los músculos que sostienen la columna vertebral y mejorar la postura. Ejemplos de ejercicios de estabilización incluyen el puente y el plano inclinado.

Factores genéticos en las protusiones

Existen algunos estudios que sugieren que ciertos factores genéticos pueden contribuir al desarrollo de protusiones discales. Sin embargo, la mayoría de las veces son causadas por factores ambientales y de estilo de vida.

Algunos estudios han encontrado que ciertos genes están asociados con un mayor riesgo de desarrollar problemas de la columna vertebral. Por ejemplo, el gen COL9A2 se ha relacionado con un mayor riesgo de hernia de disco lumbar. Otro estudio ha encontrado que las personas con la variante del gen COL11A1 tienen un mayor riesgo de hernia de disco intervertebral.

Otros factores genéticos también pueden contribuir a la aparición de protusiones en el disco intervertebral, como el desarrollo de una columna vertebral anormal, que puede hacer que los discos se desgasten con más rapidez en la columna lumbar.

Es importante tener en cuenta que el riesgo genético de una protusión discal no significa necesariamente que una persona desarrollará la condición. A menudo son causadas por factores ambientales y de estilo de vida, como el sedentarismo, el tabaquismo, el sobrepeso o la obesidad, y las actividades laborales o deportivas que implican un esfuerzo físico excesivo.

 

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    Juan López

    Juan López

    Juan López es un fisioterapeuta con mas de 15 años de experiencia con una amplia formación en terapia manual ortopédica, osteopatía, fisioterapia deportiva. Ha trabajado en el ámbito hospitalario, clubes deportivos y ejerce en su clínica de fisioterapia en Madrid. Sobre el autor - Linked in

    9 comments

    1. Yo pensaba que tenia una protusión pero mi doctor me dijo que tengo dolor sacroilíaco. Por lo que comentan aquí parece mas una protusión o una hernia. Gracias por la información