Dolor de espalda – zonas, tipos, síntomas, causas

Zonas del dolor de espalda
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El dolor de espalda puede ser difícil de diagnosticar y tratar. Hay muchas zonas, tipos de dolor de espalda y síntomas que pueden ser útiles. Describimos las zonas del dolor de espalda para que conozca su dolor y encontrar un tratamiento que funcione para usted.

El dolor de espalda es distinto en cada persona y la intensidad del dolor son muy diferentes, en una persona con una distensión muscular puede ser desde leve hasta muy doloroso afectando a la calidad de vida.

Puede ser repentino y luego remitir, para volver al cabo de unas semanas e intensificarse gradualmente con el tiempo. Como sólo usted conoce su nivel de dolor, lo más probable es que su tratamiento tenga más éxito si participa activamente.

La espalda se ve sometida a diversas fuerzas, como torsiones, sacudidas repentinas o una mala postura al sentarse. Cualquiera de las numerosas estructuras de la columna puede lesionarse y producir dolor. Los huesos, los ligamentos, los tendones y otras estructuras anatómicas también son capaces de causar dolor de espalda.

 

Tipos de dolor de espalda

En general, se estima que entre el 60 y el 80% de las personas experimentarán dolor de espalda en algún momento de sus vidas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la incidencia y la gravedad del dolor de espalda pueden variar significativamente según la edad, el género, el nivel socioeconómico y otros factores. Los tipos de dolor de espalda varía según la zona afectada. El dolor lumbar es el más común, seguido del dolor cervical y el dolor torácico.

Existen varios tipos de dolor de espalda, algunos de los más comunes incluyen:

Dolor lumbar: Es el dolor que se siente en la zona baja de la espalda, suele ser el más común y puede ser causado por una mala postura, sobreesfuerzo, o problemas de discos intervertebrales. Aproximadamente el 60-70% de las personas experimentará dolor lumbar en algún momento.

Dolor cervical: Es el dolor que se siente en la zona del cuello, puede ser causado por una mala postura, tensión muscular, o problemas de discos intervertebrales. Aproximadamente el 20-30% de las personas experimentará dolor cervical en algún momento de su vida.

Dolor dorsal: Es el dolor que se siente en la zona media de la espalda, puede ser causado por una mala postura, sobreesfuerzo, o problemas de discos intervertebrales. Es menos común que el dolor lumbar y cervical, aproximadamente el 5-10% de las personas experimentarán dolor torácico.

Dolor radicular: Es el dolor que se siente en la zona de las raíces nerviosas, puede ser causado por una hernia de disco o un estrechamiento del canal raquídeo.

Dolor de espalda crónico: Es el dolor de espalda que persiste durante varios meses. Puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo lesiones, enfermedades, y problemas de columna vertebral.

Dolor de espalda agudo: Es el dolor de espalda que dura menos de 3 meses, como el resultado de una lesión o un esfuerzo repentino.

 

Síntomas del dolor de espalda

Los síntomas del dolor de espalda pueden variar dependiendo de la causa subyacente. Es importante recordar que puede ser causado por una variedad de problemas de salud, y es importante buscar atención médica si experimenta síntomas persistentes o intensos.

Algunos de los síntomas más comunes incluyen:

– Dolor en la parte superior, media o baja de la espalda.

– Rigidez o limitación de movimiento

– Dolor que se extiende a las piernas o los brazos.

– Calambres o espasmos musculares.

– Dolor que mejora con el reposo o con ejercicios de estiramiento.

– Hinchazón o sensación de calor en la zona afectada.

– Debilidad en las piernas.

– Problemas para mantener una postura correcta.

– Dolor que empeora con la actividad física o con el tiempo sentado o de pie.

 

 

Causas del dolor de espalda

Existen muchas causas diferentes del dolor de espalda, algunas de las más comunes incluyen:

– Lesiones musculares o esguinces: pueden ocurrir a raíz de un esfuerzo físico o un movimiento brusco.

– Estrés y tensión emocional: el estrés puede causar tensión muscular en la espalda y provocar dolor.

– Artritis: una afección inflamatoria que puede causar dolor y rigidez en las articulaciones de la espalda.

– Hernias de disco: una protrusión del disco intervertebral que puede comprimir los nervios cercanos y causar dolor.

– Espondilosis: una afección degenerativa que puede causar dolor y rigidez en la columna vertebral.

– Escoliosis: una curvatura anormal de la columna vertebral que puede causar dolor y debilidad en la espalda.

– Sobrepeso u obesidad: el peso corporal puede poner presión adicional en la espalda y causar dolor.

– Sedentarismo: pasar mucho tiempo sentado o de pie puede causar dolor y fatiga en la espalda durante las actividades cotidianas.

– Enfermedades y trastornos subyacentes, como la osteoporosis, la fibromialgia, entre otras.

Es importante recordar que el dolor de espalda puede tener múltiples causas y es importante buscar atención médica para determinar la causa específica y recibir el tratamiento adecuado.

 

 

Dolor de espalda: Zonas

Zona cervical

Hay una serie de problemas que causan dolor en la zona cervical. El dolor de cuello es común entre los adultos, pero puede ocurrir a cualquier edad. Alrededor del 15% de los adultos tienen dolor de cuello que dura al menos un día. Puede aparecer de forma repentina, como consecuencia de una lesión, o puede desarrollarse lentamente a lo largo del tiempo, como consecuencia de malas posturas o desgaste. La zona cervical de la columna es la más flexible, seguida de la región lumbar.

El dolor suele aliviarse con descanso, la aplicación de hielo en la zona o la mejora de la postura. A veces son necesarios tratamientos médicos, como medicación o fisioterapia. Dentro de las zonas de dolor de espalda esta suele desaparecer en unos pocos días o semanas, pero un dolor que persiste podría indicar una causa médica que debe ser tratada pronto para obtener los mejores resultados.

Puede provocar rigidez en el cuello y una reducción del rango de movimiento. La irritación de los nervios del cuello puede causar dolor en el hombro, la cabeza, el brazo o la mano. Además, la irritación de la médula espinal puede causar dolor en las piernas y otras zonas por debajo del cuello. Puede variar desde ser leve y fácil de ignorar hasta ser insoportable e interferir en las actividades diarias o dormir.

 

La duración del dolor de cuello se suele clasificar de la siguiente manera

Agudo – menos de 4 semanas.

Subagudo – De 4 a 12 semanas.

Crónico – Dura 3 o más meses.

El dolor de cuello puede ser agudo y localizado en un punto, o puede ser menos intenso pero extenderse por una región más amplia. A veces el dolor se remite a la cabeza o acompaña a un dolor de cabeza. Otras veces puede ir acompañado de espasmos musculares en el cuello, la parte superior de la espalda o alrededor del omóplato. Con menos frecuencia, el dolor o el hormigueo en forma de descarga puede irradiarse hacia el hombro, el brazo y/o la mano si se tiene una hernia discal.

Causas de dolor en la zona cervical

Las causas más comunes de dolor cervical se curan en unos pocos días o semanas. Muchos casos de distensiones y esguinces son el resultado de un sobreuso o de una sobrecarga. A veces, una distensión o espasmo muscular no es sólo una lesión de los tejidos blandos. En algunos casos, un problema en la columna cervical podría estar provocando un espasmo en un músculo del cuello.

Mala postura

Pasar largos periodos de tiempo encorvado sobre la pantalla del ordenador puede llevar a una postura de la cabeza hacia delante, lo que supone un esfuerzo adicional para el cuello. Mirar repetidamente hacia abajo en un teléfono o una tableta también puede causar dolor.

Dormir en una posición incómoda

Si la cabeza se mantiene en un mal ángulo o se tuerce de forma incorrecta durante la noche, por la mañana puede haber rigidez de cuello.

Movimientos repetitivos

Girar la cabeza de forma repetitiva, como de lado a lado mientras se baila o se nada, puede provocar un uso excesivo de los músculos, tendones y ligamentos del cuello.

Traumatismos

Los ejemplos incluyen cualquier tipo de caída o impacto, una hernia discal, una colisión deportiva o un latigazo cervical por un accidente.

Zona dorsal

La zona dorsal media se encuentra en la parte superior de la espalda o la espalda media, y está diseñada para dar estabilidad a la caja torácica y proteger los órganos internos del pecho. La columna torácica, sin embargo, tiene un rango de movimiento más limitado, ya que está anclada por la caja torácica. En comparación con el cuello y la parte inferior de la espalda (columna lumbar), la parte superior de la espalda es notablemente resistente a las lesiones y al dolor. Cuando se produce dolor en esta zona de la espalda suele deberse a una mala postura a largo plazo o a una lesión traumática de la columna torácica.

La columna torácica está formada por 12 vértebras, de la T1 a la T12, que descienden por la parte posterior. A diferencia de la columna cervical y la columna lumbar, la columna torácica es relativamente inmóvil porque cada una de sus vértebras está conectada a las costillas, que junto con el esternón en la parte delantera del pecho se combinan para formar la caja torácica.

Causas de dolor en la zona dorsal

Si la parte superior de la espalda duele suele ser por una de las dos razones siguientes:

Dolor muscular

La cintura escapular se une mediante grandes músculos a la escápula y a la parte posterior de la caja torácica. Estos grandes músculos de la parte superior de la espalda son propensos a desarrollar sobrecarga muscular o tensiones que pueden ser dolorosas y difíciles de aliviar. La irritación muscular en la parte superior de la espalda suele deberse a la falta de fuerza o a lesiones por sobreuso por movimientos repetitivos.

Disfunción articular

Ya sea por una lesión repentina o por la degeneración natural debida al envejecimiento, las articulaciones de la columna torácica pueden volverse dolorosas. Algunos ejemplos podrían ser la rotura del cartílago de una articulación facetaria o de la cápsula articular.

Si el dolor en la parte superior de la espalda se agrava lo suficiente como para limitar las actividades, suele ser un dolor agudo y ardiente localizado en un punto o un dolor general que puede agudizarse y posiblemente extenderse al hombro, al cuello o a otros lugares.

Zona lumbar

La zona lumbar en la parte baja de la espalda soporta el peso de la parte superior del cuerpo y proporciona movilidad para los movimientos cotidianos, como agacharse y girar. Los músculos de la zona lumbar se encargan de flexionar y rotar las caderas al caminar, así como de sostener la columna vertebral. Los nervios de la parte baja de la espalda aportan sensibilidad a los músculos de la pelvis, las piernas y los pies.

La mayoría de las lumbalgias agudas se producen por una lesión en los músculos, ligamentos, articulaciones o discos. El cuerpo también reacciona a la lesión movilizando una respuesta inflamatoria de curación. Aunque la inflamación parece menor, puede causar un dolor intenso. Esta zona de dolor de espalda genera mucho dolor también.

Hay muchos nervios que inervan discos, músculos, ligamentos y otras estructuras de la columna vertebral como una hernia discal, y puede ser difícil para el cerebro percibir con precisión cuál es la causa del dolor. Los músculos y los ligamentos se curan rápidamente, mientras que un disco desgarrado puede o no curarse. La evolución del dolor ayuda a determinar la causa.

 

El dolor en la espalda baja puede incorporar una gran variedad de síntomas. Puede ser leve y simplemente molesto o puede ser grave y debilitante. Dependiendo de la causa subyacente del dolor,

– Dolor sordo o molesto, limitado a la parte baja de la espalda

– Dolor punzante y ardiente que se desplaza desde la parte baja de la espalda hasta la parte posterior de los muslos, a veces hasta la parte inferior de las piernas o los pies; puede incluir entumecimiento u hormigueo.

– Espasmos y tensión muscular en la parte baja de la espalda, la pelvis y las caderas

– Dolor que empeora después de estar sentado o de pie durante mucho tiempo

– Dificultad para ponerse de pie, caminar o pasar de estar de pie a sentado

 

Además, los síntomas del dolor lumbar suelen describirse según el tipo de aparición y la duración:

Dolor agudo

Este tipo de dolor suele aparecer de forma repentina y durar unos días o semanas, y se considera una respuesta normal del cuerpo a una lesión o a un daño. El dolor disminuye gradualmente a medida que el cuerpo se cura.

Dolor subagudo

Dura entre 6 semanas y 3 meses, suele ser por una distensión muscular o un dolor articular pero se prolonga. Es aconsejable si el dolor es intenso y limita la capacidad de participar en las actividades de la vida diaria, dormir y trabajar.

Dolor crónico

Este tipo de dolor, que suele definirse como un dolor lumbar que dura más de tres meses, suele ser intenso, no responde a los tratamientos iniciales y requiere un examen médico exhaustivo para determinar el origen exacto del dolor.

En el caso del dolor lumbar subagudo y crónico, es importante realizar un diagnóstico exhaustivo de las vertebras lumbares para sentar las bases de un tratamiento y una rehabilitación adecuados. El tratamiento del dolor lumbar reduce la probabilidad de que se produzcan brotes recurrentes de dolor de espalda y ayuda a prevenir el desarrollo de un dolor lumbar crónico.

Causas de dolor en la zona lumbar

Existen muchas otras fuentes de dolor, como el dolor por claudicación, el dolor neuropático, la deformación, los tumores, las infecciones, el dolor por afecciones inflamatorias, el dolor que se origina en otra parte del cuerpo y se presenta en la zona lumbar. Pero los mas comunes son:

Dolor mecánico

El dolor mecánico es la causa más común de dolor lumbar y proviene principalmente de los músculos, los ligamentos, las articulaciones o los huesos de la columna vertebral y sus alrededores. Este tipo de dolor tiende a localizarse en la parte baja de la espalda, las nalgas y, a veces, en la parte superior de las piernas. Suele estar influenciado por la carga de la columna vertebral y puede sentirse de forma diferente en función del movimiento, de la actividad, de estar de pie, sentado o en reposo en casos como la sacroileitis.

Dolor radicular

Este tipo de dolor irradiado puede producirse si una raíz nerviosa de la columna vertebral se pincha, se inflama o por hernias discales. El dolor radicular puede seguir un patrón o dermatoma hasta la nalga y/o la pierna. Su sensación específica es un dolor agudo, eléctrico, de tipo quemazón, y puede ir asociado a entumecimiento o debilidad. Normalmente se siente en un solo lado del cuerpo.

También es posible que el dolor lumbar se desarrolle sin una causa definitiva. Cuando esto ocurre, el objetivo principal es tratar los síntomas. Las diferentes zonas de dolor de espalda generan diferentes dolores que se pueden irradiar.

 

Tratamiento del dolor de espalda

El tratamiento del dolor de espalda varía dependiendo de la causa subyacente. Es importante recordar que cada persona es diferente y el tratamiento adecuado puede variar dependiendo de la causa específica y de las condiciones individuales de cada persona.

Algunos de los tratamientos más comunes incluyen:

– Medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación.

– Ejercicios de fortalecimiento y estiramiento para fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad.

– Fisioterapia para ayudar a aliviar el dolor y conseguir el fortalecimiento muscular.

– Terapia manual: como la osteopatía, para el alivio del dolor y mejorar la movilidad.

– Calor o frío aplicando compresas calientes o frías puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.

– Cambios en el estilo de vida como la pérdida de peso, evitar el tabaquismo, realizar actividad física regularmente, evitar levantar objetos pesados o mejorar los hábitos posturales.

– Cirugía en casos graves y cuando otros tratamientos no han funcionado.

 

 

Para el dolor de espalda que puedo tomar

Existen varios tipos de medicamentos para personas con dolor de espalda que se pueden tomar, cada medicamento tiene sus propios riesgos y efectos secundarios.

Algunos de los más comunes incluyen:

– Antiinflamatorios como el ibuprofeno y el naproxeno, para reducir el dolor y la inflamación.

– Analgésicos como el paracetamol, para aliviar el dolor.

– Relajantes musculares como el diazepam o el lorazepam  para aliviar el dolor y la tensión muscular.

– Opioides como la morfina, el oxicodona y el tramadol, para aliviar el dolor intenso y crónico, pero su uso debe ser controlado ya que pueden tener efectos secundarios y adicción.

– Antidepresivos tricíclicos: como el amitriptilina, para aliviar el dolor crónico y mejorar el sueño.

– Corticosteroides: como el prednisona, para reducir la inflamación y el dolor agudo.

 

 

Cuanto dura el dolor de espalda

El tiempo que dura el dolor de espalda varía dependiendo de la causa subyacente. Puede durar desde unos pocos días hasta varias semanas, meses o sufrir episodios de dolor constante.

Algunos tipos de dolor de espalda, como el causado por un esfuerzo físico excesivo o una mala postura, pueden desaparecer en unos pocos días o semanas con reposo, ejercicios de fortalecimiento y tratamiento de fisioterapia.

Sin embargo, otros tipos de dolor de espalda, como el causado por una hernia de disco o una enfermedad degenerativa de la columna vertebral, pueden requerir un tratamiento más prolongado y pueden ser crónicos. Es importante consultar con un médico para determinar la causa y recibir un tratamiento adecuado.

 

 

 

Deportes buenos para fortalecer la espalda

Los deportes recomendados para fortalecer y cuidar la espalda son los que no produzcan dolor en el paciente realizados con baja intensidad. Es importante mencionar que siempre es recomendable hacer una actividad física bajo la supervisión de un profesional para evitar lesiones y adaptar la actividad al nivel de condición física del individuo. Incluyen:

Natación: Este deporte es excelente para fortalecer los músculos de la espalda ya que se utilizan todos los grupos musculares del cuerpo. Además, al estar en el agua, se reduce la presión en las articulaciones y se disminuye el riesgo de lesiones.

Yoga: El yoga es una excelente forma de fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la flexibilidad. Las posturas de esta actividad física ayudan a alinear la columna vertebral y a fortalecer los músculos del core, lo que ayuda a prevenir dolores de espalda.

Pilates: Similar al yoga, el Pilates es una forma eficaz de fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la estabilidad y la flexibilidad. Se centra en el fortalecimiento de los músculos del core, lo que ayuda a prevenir dolores de espalda.

Ciclismo: El ciclismo es una excelente forma de fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la resistencia cardiovascular. Sin embargo, es importante asegurar una buena posición en la bicicleta para evitar lesiones.

Caminar: La caminata es un ejercicio de bajo impacto que es fácil de hacer y beneficioso para la espalda. Caminar ayuda a fortalecer los músculos de la espalda y mejorar la postura.

 

Dolores de espalda mas comunes

Algunos de los dolores de espalda más comunes incluyen:

Dolor lumbar: es el dolor en la parte baja de la espalda, puede ser causado por una mala postura, esfuerzo excesivo, lesiones musculares o desgaste natural de los discos intervertebrales.

Dolor cervical: es el dolor en la zona del cuello, puede ser causado por una mala postura, estrés emocional, lesiones musculares o traumatismos.

Dolor de ciática: es un dolor que se origina en la zona lumbar y se extiende por la pierna, puede ser causado por una hernia de disco o una compresión de un nervio en la zona lumbar.

Dolor de espalda baja crónico: es un dolor de espalda que dura más de tres meses, puede ser causado por problemas musculares, esqueléticos o de salud general.

Dolor sacroilíaco: es el dolor en la zona de la articulación sacroilíaca, ubicada en la parte inferior de la espalda, puede ser causado por una desalineación en esta articulación o una inflamación.

Estiramientos para el dolor de espalda

Se recomienda realizar estiramientos para mejorar el dolor de espalda, realícelos de manera frecuente sin que le provoquen dolor para mejorar su calidad de vida:

Estiramiento de la cadena posterior

De pie con las piernas ligeramente separadas, doble el cuerpo hacia adelante y toque los dedos de los pies. Mantenga esta posición durante 30 segundos.

 

Estiramiento de los isquiotibiales

sentado en una silla, estire una pierna hacia adelante y doble la otra pierna hacia atrás hasta tocar el talón en el glúteo. Mantenga esta posición durante 30 segundos.

 

Estiramiento de hombros

Levante los hombros hacia las orejas, manténgalos allí durante 3 segundos, luego relaje. Repita este movimiento varias veces.

 

Estiramiento de los músculos lumbares

Acuéstese en el suelo con las rodillas dobladas y las piernas en ángulo recto con el suelo. Asegúrese de mantener los hombros y las caderas en el suelo mientras levanta la cabeza y los hombros para estirar los músculos de la espalda baja.

 

Estiramiento del músculo psoas

Acuéstese en el suelo con las rodillas dobladas y las piernas en ángulo recto con el suelo. Ponga una pierna sobre la otra rodilla y empuje suavemente la rodilla hacia el pecho. Mantenga esta posición durante 30 segundos antes de cambiar de pierna.

 

Bibliografía:

  • Hoy D, et al. «The global burden of low back pain: estimates from the Global Burden of Disease 2010 study.» Ann Rheum Dis. 2014;73(6):968-974.
  • van Middelkoop M, et al. «Incidence and prevalence of lower back pain in the general population: a systematic review.» Eur Spine J. 2010;20(5):737-749.
  • Balagué F, et al. «Non-specific low back pain.» Lancet. 2012;379(9814):482-491.
    Fisioterapia
    Juan López

    Juan López

    Juan López es un fisioterapeuta con mas de 15 años de experiencia con una amplia formación en terapia manual ortopédica, osteopatía, fisioterapia deportiva. Ha trabajado en el ámbito hospitalario, clubes deportivos y ejerce en su clínica de fisioterapia en Madrid. Sobre el autor - Linked in

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