Esguince – Que es, síntomas, grados y tratamiento

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Un esguince es una lesión que ocurre cuando los ligamentos que conectan los huesos entre sí se estiran o desgarran debido a una fuerza excesiva o repentino movimiento. Los esguinces son comunes en las articulaciones, como el tobillo, la muñeca o la rodilla, y pueden ser leves o graves dependiendo de la cantidad de daño que se haya producido en el ligamento.

Los síntomas pueden incluir dolor, hinchazón, dificultad para mover la articulación y sensibilidad al tacto.

El tratamiento puede variar dependiendo de la gravedad de la lesión, pero generalmente incluye reposo, hielo, compresión y elevación de la articulación afectada, así como el uso de analgésicos y fisioterapia para ayudar a acelerar la recuperación.

Los esguinces son una lesión común en personas de todas las edades y niveles de actividad física. La prevalencia de los esguinces varía según las articulaciones del cuerpo afectadas y la población estudiada.

En general son más comunes en personas jóvenes y activas, aunque también pueden ocurrir en personas mayores o menos activas. Es importante tomar medidas de prevención adecuadas y tratar adecuadamente los esguinces leves para reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.

 

Síntomas de un esguince

Un esguince es una lesión en la cual se estira o se desgarra un ligamento, que es una banda de tejido conectivo que une los huesos entre sí. Los síntomas de un esguince pueden variar en función de la gravedad de la lesión, pero en general pueden incluir:

– El dolor es uno de los síntomas más comunes. Puede ser dolor intenso o sordo y puede sentirse en el sitio de la lesión o en áreas circundantes.

– La hinchazón es otro síntoma común en el que la zona afectada puede verse hinchada y sentirse caliente al tacto.

– Puede aparecer un hematoma o un moretón en la zona afectada.

– Limitación del movimiento de la articulación afectada, lo que puede dificultar la realización de ciertas actividades.

– Inestabilidad articular o una sensación de inestabilidad en la articulación afectada, lo que puede hacer que se sienta débil o insegura, en casos mas graves.

 

 

 

Causas de un esguince

Un esguince ocurre cuando se produce una fuerza excesiva o un movimiento brusco que estira o desgarra un ligamento. Algunas de las causas más comunes de un esguince pueden incluir:

– Torceduras, movimientos bruscos o forzadso, como un esguince de tobillo al pisar mal.

– Actividades deportivas y deportes que implican movimientos rápidos y bruscos o cambios de dirección frecuentes, como el baloncesto o el fútbol, pueden aumentar el riesgo.

– Caídas si la persona aterriza en una posición inusual o si la fuerza de la caída estira o desgarra un ligamento.

– Lesiones traumáticas como accidentes automovilísticos, lesiones en el trabajo y otros tipos de lesiones.

 

 

Grados de un esguince

Es importante tratar todos los grados de esguinces adecuadamente para permitir la curación completa y reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo. Si se sospecha de un esguince, es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico y un tratamiento adecuados.

Los esguinces se clasifican en tres grados según la gravedad de la lesión en el ligamento:

– Grado 1: es un esguince leve en el que se estira el ligamento, pero no se rompe. La hinchazón y el dolor son leves, y la articulación no pierde su estabilidad.

– Grado 2: es un esguince moderado en el que el ligamento sufre una rotura parcial. El dolor, la hinchazón y la pérdida de movilidad son más significativos que en un esguince de grado 1, y la articulación puede ser inestable.

– Grado 3: es un esguince grave en el que el ligamento se rompe completamente. El dolor, la hinchazón y la pérdida de movilidad son severos, y la articulación puede ser inestable o inutilizable.

 

 

¿Cómo saber si es esguince grado 1 o 2?

La diferencia del grado de lesión entre un esguince de grado 1 y un esguince de grado 2 está determinada por la cantidad de daño en los ligamentos que sostienen la articulación. En general, los esguinces de grado 1 son menos graves que los esguinces de grado 2, aunque ambos requieren atención médica y tratamiento.

. En el Grado 1 puede haber un poco de dificultad para caminar o mover la articulación afectada, pero generalmente se puede soportar el peso sobre ella.

– En el Grado 2 la articulación puede sentirse inestable y la movilidad puede estar limitada. Es posible que no pueda soportar el peso sobre la articulación afectada.

 

 

 

Tipos de esguince

En general, los esguinces de tobillo son los más comunes y representan aproximadamente el 85% de todos los esguinces. Según algunos estudios, la tasa de esguinces de tobillo en la población general varía del 3% al 5%, mientras que en los deportes como el baloncesto, la tasa puede ser del 30% al 50%.

En cuanto a los esguinces de rodilla, se estima que representan aproximadamente el 10% de todas las lesiones deportivas. Los esguinces de muñeca, codo y hombro son menos comunes, pero aún pueden ocurrir en personas que practican deportes o en situaciones cotidianas.

Los esguinces se clasifican según el tipo de lesión y la gravedad de la misma, y pueden ser de diferentes tipos:

– Esguince de tobillo: es el tipo más común y suele ocurrir cuando el pie se gira hacia adentro o hacia afuera de manera forzada, lo que puede estirar o desgarrar los ligamentos que sostienen la articulación del tobillo.

– Esguince de muñeca: ocurre cuando la muñeca se flexiona o se extiende bruscamente, lo que puede provocar una lesión en los ligamentos que sostienen la articulación de la muñeca.

– Esguince de rodilla: es menos común que los esguinces de tobillo y muñeca, y puede ocurrir cuando la rodilla se dobla o se gira de manera inusual, lo que puede provocar una lesión en los ligamentos.

– Esguince de codo: ocurre cuando el codo se dobla o se estira de manera inusual, lo que puede provocar una lesión en la articulación del codo.

– Esguince de hombro: puede ocurrir cuando el hombro se estira o se desplaza, lo que puede provocar una lesión en los ligamentos que sostienen la articulación del hombro.

 

 

Diagnostico de un esguince

El diagnóstico de un esguince generalmente se realiza a través de un examen físico y una evaluación de los síntomas. El médico revisará la articulación lesionada y buscará signos de hinchazón, hematomas, dolor y limitación del movimiento. También puede realizar pruebas para evaluar la estabilidad de la articulación afectada.

En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico o evaluar la gravedad de la lesión. Estas pruebas pueden incluir radiografías, resonancia magnética o ecografía.

Es importante informar al médico sobre cualquier lesión previa en la misma articulación o si hay antecedentes de afecciones médicas que puedan afectar la curación, como artritis. También es importante proporcionar información detallada sobre cómo ocurrió la lesión y los síntomas que se están experimentando para ayudar en el diagnóstico.

 

 

Tratamiento de un esguince

El tratamiento de un esguince dependerá de la gravedad de la lesión. Es importante seguir las recomendaciones del profesional de la salud en cuanto al tratamiento adecuado. Si se trata de manera adecuada, la mayoría de los esguinces se curarán por completo en unas pocas semanas. En casos más graves, puede ser necesario un tratamiento más prolongado y puede ser necesario realizar una evaluación adicional para descartar lesiones más graves.

En general, el tratamiento incluye:

– Reposo ya que es importante limitar la actividad en la articulación lesionada para permitir que el ligamento se cure. En algunos casos, puede ser necesario utilizar muletas o un vendaje para ayudar a reducir el peso y la presión en la articulación.

– Aplicar hielo en la articulación lesionada puede ayudar a reducir la hinchazón y el dolor. Se recomienda aplicar hielo durante 20 minutos a la vez, varias veces al día.

– Compresión de la articulación lesionada con un vendaje elástico puede ayudar a reducir la hinchazón y a proteger la articulación de lesiones adicionales.

– Elevar la articulación lesionada por encima del nivel del corazón puede ayudar a reducir la hinchazón y la inflamación.

– Medicamentos analgésicos e antiinflamatorios pueden ayudar a reducir el dolor y la inflamación.

– Fisioterapia ya que en algunos casos, puede ser necesario realizar ejercicios para ayudar a fortalecer la articulación lesionada y mejorar la movilidad.

 

 

 

Cuanto dura un esguince

La duración de un esguince depende de la gravedad de la lesión y del tipo de tratamiento que se reciba. En general, un esguince leve puede tardar de una a dos semanas en curarse, mientras que un esguince moderado puede tardar de dos a seis semanas. Un esguince grave puede tardar varias semanas o incluso meses en curarse completamente.

Es importante destacar que el tiempo de recuperación puede variar de una persona a otra, y puede verse afectado por factores como la edad, la salud general, el tipo de actividad física que se realice y la gravedad.

En general, para facilitar la recuperación se recomienda seguir el tratamiento adecuado, que puede incluir reposo, hielo, compresión, elevación y fisioterapia. También se pueden utilizar medicamentos para controlar el dolor y la inflamación, según lo recomendado por un médico.

En cualquier caso, es importante no apresurar la vuelta a la actividad física o deportiva normal antes de que el esguince esté completamente curado, ya que esto puede aumentar el riesgo de complicaciones y recaídas.

Prevención de los esguinces

La prevención de los esguinces puede involucrar diferentes medidas, incluyendo:

– Realizar ejercicios de calentamiento antes de la actividad física: esto puede ayudar a aumentar la flexibilidad y la circulación sanguínea en los músculos y ligamentos, lo que reduce el riesgo de lesiones.

– Usar el equipo de protección adecuado para actividades que involucran golpes o contactos, como deportes de contacto, se recomienda el uso de equipo de protección adecuado, como cascos o protectores bucales.

– Evitar el cansancio y la fatiga ya que pueden disminuir la concentración y aumentar el riesgo de lesiones, por lo que es importante tomar descansos regulares y evitar actividades físicas intensas durante largos periodos de tiempo.

– Fortalecer los músculos y ligamentos que pueden ayudar a aumentar la resistencia de los músculos y ligamentos, lo que puede reducir el riesgo de lesiones.

– Mantener un buen equilibrio y flexibilidad que ayudan a mejorar la estabilidad y reducir el riesgo de lesiones.

– Tener cuidado con los terrenos inestables: el uso de zapatos con buen agarre y evitar caminar o correr en terrenos inestables puede reducir el riesgo de lesiones en el tobillo. Evitar el uso de tacones altos.

– Mantener una postura adecuada al sentarse y al realizar actividades físicas puede ayudar a reducir la tensión en los músculos y ligamentos, lo que puede reducir el riesgo de lesiones.

 

 

 

Fisioterapia para los esguinces

La fisioterapia puede ser una parte importante del tratamiento para los esguinces, especialmente en casos de esguinces moderados o graves. Un fisioterapeuta puede ayudar a restaurar la fuerza, la flexibilidad y la estabilidad de la articulación lesionada y prevenir futuras lesiones.

Algunos de los tratamientos que un fisioterapeuta puede usar para tratar incluyen:

– Ejercicios de fortalecimiento específicos pueden ayudar a fortalecer los músculos alrededor de la articulación lesionada y mejorar la estabilidad.

– Ejercicios de estiramiento que pueden ayudar a mejorar la flexibilidad y reducir la rigidez en la articulación lesionada.

– Entrenamiento de equilibrio para ayudar a mejorar la estabilidad de la articulación lesionada y prevenir futuras lesiones como en un tratamiento de un esguince de tobillo.

– Terapia manual que puede incluir técnicas como el masaje terapéutico, cinta kinesiológica y la movilización articular para ayudar a reducir el dolor y mejorar la movilidad.

– Modalidades como la crioterapia, el calor, la electroterapia y la ultrasonografía, pueden ayudar a reducir la inflamación, el dolor y la rigidez.

– Educación del paciente sobre cómo cuidar y proteger la articulación lesionada, así como sobre ejercicios de resistencia que se pueden hacer en casa para acelerar la recuperación.

Es importante seguir el programa de fisioterapia prescrito por un profesional de la salud y no reanudar la actividad física normal hasta que se hayan recuperado completamente los ligamentos del tobillo.

 

Bibliografía:

    Fisioterapia
    Juan López

    Juan López

    Juan López es un fisioterapeuta con mas de 15 años de experiencia con una amplia formación en terapia manual ortopédica, osteopatía, fisioterapia deportiva. Ha trabajado en el ámbito hospitalario, clubes deportivos y ejerce en su clínica de fisioterapia en Madrid. Sobre el autor - Linked in

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