Dolor en la espalda alta – Causas y tratamiento

Dolor en la espalda alta
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Es muy probable que estés experimentando dolor en la espalda alta, también conocido como dolor dorsal. Como fisioterapeuta, sé que esta es una queja muy común en mi consulta, especialmente en una era dominada por las pantallas y las posturas estáticas. ¿Sientes una molestia constante entre los omóplatos? ¿Notas una rigidez que te impide girar el tronco o levantar los brazos con facilidad? ¿Quizás incluso un dolor que se irradia hacia el cuello o los hombros?

La espalda alta, o zona dorsal, es una región compleja y vital que conecta tu cuello con la espalda baja, y tus brazos con el resto del tronco. Su función es crucial para la estabilidad, la respiración y el movimiento de tus brazos.

Por eso, cuando esta zona duele, la calidad de vida se ve seriamente afectada. Pero tengo buenas noticias: el dolor en la espalda alta tiene solución. En este artículo, te guiaré a través de todo lo que necesitas saber sobre sus causas, cómo reconocer sus síntomas y, lo más importante, cómo podemos tratarlo y prevenirlo. Mi objetivo es darte las herramientas y el conocimiento para que recuperes la libertad de movimiento de tu espalda y le digas adiós a esa molesta tensión. ¡Prepárate para entender y cuidar mejor tu zona dorsal!

¿Qué es el dolor en la espalda alta?

El dolor en la espalda alta se refiere a cualquier molestia, tensión o dolor que se localiza en la zona de la columna dorsal, es decir, entre la base del cuello y el inicio de la zona lumbar. Esta área abarca desde la primera vértebra torácica (T1) hasta la duodécima (T12) y está rodeada por una compleja red de músculos (como los trapecios, romboides, erectores de la columna), ligamentos y las costillas.

A diferencia del dolor lumbar o cervical, el dolor dorsal a menudo se siente como una sensación de peso, quemazón o una tensión muscular profunda. Puede ser un dolor sordo y constante, o agudizarse con ciertos movimientos. Generalmente, está asociado a:

  • Contracturas musculares: Nudos tensos y dolorosos en los músculos de la zona.
  • Disfunción articular: Bloqueos o falta de movimiento en las pequeñas articulaciones entre las vértebras dorsales o entre las vértebras y las costillas.
  • Compromiso de nervios: Aunque menos común que en el cuello o la zona lumbar, la irritación de un nervio puede causar dolor y sensaciones alteradas.

Síntomas del dolor en la espalda alta

El dolor en la espalda alta puede manifestarse de diversas maneras. Presta atención a estas señales para reconocerlo:

  • Dolor localizado: Sentirás un dolor persistente o intermitente entre los omóplatos, a lo largo de la columna vertebral dorsal, o a los lados de esta. Puede ser un dolor sordo, punzante o una sensación de quemazón.
  • Rigidez: La zona se siente «agarrotada» o tensa, especialmente por las mañanas o después de periodos de inactividad. Te costará mover el tronco o girarte.
  • Nudos o contracturas: Al tocar la zona, podrás palpar puntos específicos o bandas musculares tensas y dolorosas, a menudo en los trapecios, romboides o los músculos erectores de la columna.
  • Limitación del movimiento: Te resultará difícil realizar movimientos completos de los hombros, elevar los brazos por encima de la cabeza, girar el tronco o inclinarte.
  • Dolor al respirar profundo: Si el dolor se asocia a la movilidad de las costillas, puedes sentir una punzada al tomar una respiración profunda, toser o estornudar.
  • Dolor referido: A veces, el dolor no se queda solo en la espalda alta. Puede irradiarse:
    • Hacia el cuello y los hombros.
    • Hacia la parte frontal del pecho, lo que a veces se confunde con problemas cardíacos (aunque es importante descartar siempre causas cardíacas si hay duda).
    • Hacia los brazos o manos (menos común, pero posible si hay afectación nerviosa).
  • Fatiga muscular: Los músculos de la espalda alta se cansan rápidamente, incluso con actividades leves.
  • Sensación de peso o carga: Puedes sentir una constante «carga» sobre tus hombros o entre los omóplatos.

Causas del dolor en la espalda alta

El dolor en la espalda alta es multifactorial. Estas son las causas más comunes que observo en mi práctica:

  1. Malas posturas mantenidas: Esta es, sin duda, la causa principal en la sociedad actual.
    • Postura encorvada («cifosis torácica»): Especialmente al usar ordenadores, móviles o tablets, haciendo que la cabeza se adelante y la espalda se curve. Esto estira y debilita algunos músculos mientras tensa y acorta otros.
    • Hombros adelantados y encogidos: Típico del estrés o de trabajos que implican el uso prolongado de los brazos hacia adelante.
    • Posiciones al dormir: Almohadas inadecuadas o dormir boca abajo forzando la rotación del tronco.
    • Postura al conducir: Mantener una posición rígida o inadecuada durante viajes largos.
  2. Estrés y tensión emocional: La espalda alta y el cuello son las zonas por excelencia donde el cuerpo acumula el estrés y la ansiedad. Los músculos se tensan de forma involuntaria, incluso cuando estás en reposo, lo que lleva a contracturas crónicas.
  3. Sedentarismo y falta de movimiento: Los músculos de la espalda que no se usan o se mueven regularmente pierden fuerza y flexibilidad. La inactividad debilita la musculatura de soporte, haciéndola más vulnerable a la tensión y la contractura.
  4. Sobreesfuerzo o actividad física incorrecta:
    • Levantamiento de peso: Especialmente al levantar objetos por encima de la cabeza o con una técnica inadecuada.
    • Ejercicio físico intenso: Un entrenamiento para el que los músculos no están preparados, sin calentamiento o con una mala técnica.
    • Movimientos repetitivos: Ciertas actividades laborales o deportivas que implican gestos repetitivos con los brazos y el tronco.
  5. Lesiones o traumatismos: Golpes directos, caídas, accidentes de tráfico (latigazo cervical) o lesiones deportivas pueden generar una contractura como mecanismo de protección o como consecuencia de la lesión.
  6. Problemas estructurales de la columna:
    • Escoliosis: Curvaturas anormales de la columna vertebral que pueden generar tensión desigual.
    • Hernias discales o protusiones: Aunque menos comunes en la zona dorsal que en la lumbar o cervical, pueden irritar nervios y causar dolor.
    • Artritis/Artrosis: Desgaste de las articulaciones vertebrales.
  7. Factores ambientales: La exposición prolongada a corrientes de aire frío o a cambios bruscos de temperatura puede provocar espasmos musculares reflejos.
  8. Otros factores: La obesidad (aumenta la carga sobre la columna), el uso de mochilas muy pesadas o problemas respiratorios crónicos que implican el uso excesivo de los músculos accesorios de la respiración.

Tratamiento del dolor en la espalda alta

Cuando el dolor en la espalda alta te limita y no mejora con los cuidados caseros, es el momento de consultar a un fisioterapeuta. Nuestro objetivo no es solo aliviar el síntoma, sino ir a la raíz del problema y asegurar una recuperación completa y duradera.

Un plan de tratamiento de fisioterapia para el dolor en la espalda alta puede incluir:

  1. Terapia manual: Es la base de nuestro trabajo. Incluye diversas técnicas aplicadas con las manos del fisioterapeuta:
    • Masaje descontracturante: Técnicas de amasamiento, fricción y presión profunda sobre los músculos tensos (trapecios, romboides, elevador de la escápula, etc.) para relajar las fibras musculares, aumentar el flujo sanguíneo y deshacer los «nudos» o contracturas.
    • Técnicas de liberación miofascial: Aplicación de presión sostenida sobre el tejido conectivo (fascia) que rodea los músculos para restaurar su elasticidad y movilidad.
    • Movilizaciones y manipulaciones articulares: Movimientos suaves y específicos o técnicas de alta velocidad (manipulaciones, realizadas solo por profesionales capacitados) para devolver la movilidad normal a las vértebras dorsales y a las articulaciones costo-vertebrales (entre las costillas y las vértebras) que puedan estar restringidas o «bloqueadas».

     

  2. Técnicas invasivas (si es necesario y bajo criterio profesional): Para contracturas profundas o puntos gatillo muy resistentes:
    • Punción seca: Inserción de agujas muy finas, sin medicación, directamente en los puntos gatillo del la espalda alta para desactivarlos y generar una relajación profunda del músculo.
    • Electropunción: Similar a la punción seca, pero aplicando una corriente eléctrica de baja intensidad a través de las agujas. Esto potencia la relajación muscular y el efecto analgésico, siendo muy eficaz en casos de dolor crónico o dolor referido.

     

     

  3. Electroterapia y termoterapia:
    • Calor Local: Aplicación de calor (almohadillas, compresas calientes, diatermia) para relajar los músculos, aumentar la circulación y preparar los tejidos para el trabajo manual.
    • TENS (Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea): Aplicación de corriente a través de la piel para modular el dolor y ayudar a la relajación muscular.
    • Otras modalidades: Como el ultrasonido o las ondas de choque, si la contractura se asocia a otro tipo de lesión.

 

 

  1. Educación del paciente: Es fundamental que entiendas tu problema y cómo prevenirlo. Te daremos consejos sobre:
    • Higiene postural: Cómo sentarte, estar de pie, usar el móvil y la postura al dormir para proteger tu columna dorsal.
    • Ergonomía: Ajustes en tu puesto de trabajo (altura de la pantalla, silla ergonómica) para evitar posturas que generen tensión.
    • Manejo del estrés: Técnicas de relajación (respiración diafragmática, mindfulness) para reducir la tensión muscular asociada al estrés.

 

 

  1. Ejercicio terapéutico: La clave para la recuperación a largo plazo y la prevención. Tu fisioterapeuta diseñará un programa personalizado que incluya:
    • Estiramientos específicos: Para los músculos de la espalda alta, cuello, hombros y pecho, para mejorar la flexibilidad.
    • Fortalecimiento: Ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda dorsal, abdominales y del core, que son vitales para una buena postura y estabilidad de la columna.
    • Ejercicios de control motor y propiocepción: Para reeducar el movimiento del tronco y los hombros, mejorar el equilibrio y la coordinación.

Ejercicios para el dolor en la espalda alta

Una vez que el dolor agudo ha disminuido y bajo la supervisión de tu fisioterapeuta, estos ejercicios pueden ayudarte a mejorar la flexibilidad y a relajar tu espalda alta. Realízalos siempre de forma suave, sin forzar y sin sentir dolor. Si el dolor aumenta, detente.

 

  1. Estiramiento de pecho en el marco de la puerta:
    • Ponte de pie en el marco de una puerta. Coloca los antebrazos en el marco (como si formaras una U con tus brazos).
    • Da un pequeño paso adelante con un pie, sintiendo un estiramiento suave en el pecho y la parte frontal de los hombros.
    • Mantén 20-30 segundos. Realiza 2-3 repeticiones. (Ayuda a abrir la zona dorsal y relajar músculos acortados por malas posturas).

 

  1. Movilización torácica de «Gato-Camello» (a Cuatro Patas):
    • Ponte a cuatro patas, con las manos debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas.
    • «Gato»: Inhala y arquea la espalda hacia arriba, llevando la barbilla al pecho y redondeando la zona dorsal.
    • «Camello»: Exhala y deja caer la espalda hacia abajo, levantando la cabeza y el coxis, arqueando suavemente la zona dorsal.
    • Realiza el movimiento de forma fluida y suave, sincronizando con tu respiración, durante 5-10 repeticiones.

 

  1. Estiramiento de columna en rotación (Sentado):
    • Siéntate en una silla con la espalda recta.
    • Gira suavemente el tronco hacia un lado, colocando una mano en el respaldo de la silla y la otra en el muslo contrario para ayudarte a profundizar el giro.
    • Mantén 20-30 segundos. Repite hacia el otro lado. Realiza 2-3 repeticiones por lado.

 

  1. Estiramiento de trapecio superior (Inclinación de Cuello):
    • Siéntate o ponte de pie con la espalda recta y los hombros relajados.
    • Inclina suavemente la cabeza hacia un lado, intentando llevar la oreja hacia el hombro (el hombro debe mantenerse relajado y bajo).
    • Puedes usar la mano del lado contrario para sujetar la parte inferior del asiento o apoyar la mano en el muslo para mantener el hombro hacia abajo y sentir un estiramiento mayor en la parte superior del hombro y el lateral del cuello.
    • Mantén el estiramiento durante 20-30 segundos. Realiza 2-3 repeticiones por cada lado.

 

  1. Retracción de escápulas
    • Siéntate o ponte de pie con la espalda recta.
    • Lleva los hombros hacia atrás y hacia abajo, intentando «juntar» los omóplatos. Imagina que quieres sujetar un lápiz entre ellos.
    • Mantén la posición durante 5 segundos y relaja.
    • Realiza 10-15 repeticiones. Ayuda a activar los músculos que estabilizan la espalda alta.

Preguntas frecuentes sobre el dolor en la espalda alta

Aquí respondo a algunas de las preguntas más comunes que mis pacientes tienen sobre el dolor dorsal:

  • ¿Es lo mismo que una contractura? El dolor en la espalda alta a menudo está causado por contracturas musculares, pero también puede deberse a disfunciones articulares o posturales. La contractura es un tipo de problema muscular que genera dolor.
  • ¿Debo poner frío o calor? Generalmente, el calor es más beneficioso para relajar la musculatura tensa y crónica de la espalda alta (15-20 minutos). Si el dolor es muy agudo y reciente (menos de 48 horas) o sientes inflamación localizada, el frío (10-15 minutos) podría ser mejor inicialmente. Siempre escucha a tu cuerpo.
  • ¿Mi postura al trabajar es la culpable? Muy probablemente. Las posturas encorvadas frente al ordenador, los hombros encogidos y la cabeza adelantada son las principales causas del dolor dorsal en la actualidad.
  • ¿Puede el estrés causarme dolor en la espalda alta? Absolutamente. La espalda alta y el cuello son las zonas del cuerpo donde el estrés y la ansiedad suelen manifestarse con mayor intensidad, provocando una tensión muscular constante.
  • ¿Es normal que me duela al respirar? Sí, si el dolor está relacionado con las articulaciones costo-vertebrales (entre las costillas y las vértebras), puedes sentir una punzada al respirar profundo, toser o estornudar. Esto indica que la movilidad de las costillas está afectada.
  • ¿Cuándo debería preocuparme y buscar ayuda médica urgente? Si el dolor es insoportable, sientes debilidad o adormecimiento significativo en ambos brazos o piernas, tienes dificultad para orinar o defecar, o si el dolor se acompaña de fiebre o malestar general, busca atención médica de inmediato.

Bibliografía y fuentes recomendadas

La información presentada en este artículo se basa en la práctica clínica y la evidencia científica en fisioterapia. A continuación, se presentan algunas referencias clave:

  • Travell, J. G., & Simons, D. G. (1999). Myofascial Pain and Dysfunction: The Trigger Point Manual. Vol. 1: Upper Half of Body. Lippincott Williams & Wilkins. (Obra fundamental para entender los puntos gatillo miofasciales en la espalda alta, cuello y hombros).
  • Fernández-de-las-Peñas, C., & Nijs, J. (2019). «Trigger Point Dry Needling for the Management of Chronic Musculoskeletal Pain: A Systematic Review and Meta-Analysis.» Pain Practice, 19(5), 517-531. (Aborda la eficacia de técnicas para tratar los puntos asociados a contracturas).
  • Dommerholt, J., & Fernández-de-las-Peñas, C. (Eds.). (2018). Trigger Point Dry Needling: An Evidence-Based Clinical Manual. Elsevier Health Sciences.
  • Kitchen, S., & Bazin, S. (Eds.). (2014). Clayton’s Electrotherapy: Theory & Practice. Elsevier Health Sciences. (Para comprender el uso de modalidades como el calor y la electroterapia).
  • Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid: Ofrecen recursos y listados de profesionales cualificados para una atención segura y efectiva.
  • Organización Mundial de la Salud (OMS): Información general sobre dolor musculoesquelético y su manejo.

 

 

 

El dolor en la espalda alta es una molestia común que puede afectar significativamente tu calidad de vida, limitando tu movimiento, afectando tu respiración y provocando tensiones constantes. Entender qué es, por qué aparece y cómo se manifiesta es el primer paso para tomar el control de tu bienestar. Las medidas caseras como el calor y los estiramientos suaves pueden ofrecer un alivio inicial, pero si el dolor persiste, es intenso o se vuelve recurrente, tu cuerpo te está pidiendo una ayuda más especializada.

No dudes en buscar el apoyo de un fisioterapeuta. Somos los profesionales capacitados para ofrecerte un diagnóstico preciso, aplicar las técnicas más efectivas para tu caso (desde masajes y terapia manual hasta punción seca o electropunción) y, lo que es más importante, para diseñarte un plan de ejercicios y darte consejos para prevenir futuras molestias.

¡Libera tu espalda alta, recupera la movilidad y disfruta de una vida más cómoda y sin dolor!

    Fisioterapia Tratamientos
    Juan López

    Juan López

    Juan López es un fisioterapeuta con mas de 15 años de experiencia con una amplia formación en terapia manual ortopédica, osteopatía, fisioterapia deportiva. Ha trabajado en el ámbito hospitalario, clubes deportivos y ejerce en su clínica de fisioterapia en Madrid. Sobre el autor - Linked in

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