La electropunción es una técnica que combina la precisión de la punción seca o la acupuntura con los efectos neuromoduladores de la electroestimulación, se ha convertido en una herramienta valiosa en mi práctica clínica. Sin embargo, como con cualquier intervención terapéutica, es crucial comprender y respetar sus contraindicaciones para garantizar la seguridad y el bienestar de nuestros pacientes.
Este artículo proporciona una guía detallada sobre las contraindicaciones de la electropunción, escrita desde una perspectiva clínica y basada en la evidencia disponible. Está diseñado para informar tanto a profesionales de la salud como a pacientes interesados en esta técnica, enfatizando la importancia de una evaluación exhaustiva y una toma de decisiones informada.
Ignorar las contraindicaciones de la electropunción puede acarrear riesgos significativos, y este artículo busca prevenir complicaciones y promover una práctica segura y efectiva.
Qué es la electropunción y por qué es importante conocer sus contraindicaciones
La electropunción implica la inserción de agujas finas en puntos específicos del cuerpo (puntos gatillo miofasciales, puntos de acupuntura o áreas de dolor) y la posterior aplicación de una corriente eléctrica de baja intensidad a través de estas agujas. Esta combinación busca potenciar los efectos analgésicos, relajantes musculares y de mejora de la circulación que se obtienen con la punción sola.
Es una técnica poderosa que interactúa con diversos sistemas fisiológicos del cuerpo, incluyendo el sistema nervioso, el sistema muscular y el sistema circulatorio. Dada esta interacción, existen ciertas condiciones médicas, situaciones y estados fisiológicos en los que la aplicación de electropunción podría ser perjudicial o ineficaz.
Conocer y respetar estas contraindicaciones es una responsabilidad ética y profesional fundamental para cualquier fisioterapeuta que utilice esta modalidad. Una evaluación pre-tratamiento minuciosa, que incluya una historia clínica detallada y un examen físico exhaustivo, es esencial para identificar cualquier contraindicación potencial.
Contraindicaciones absolutas de la electropunción
Las contraindicaciones absolutas son aquellas condiciones médicas o situaciones en las que la electropunción nunca debe realizarse debido al alto riesgo de efectos adversos graves.
- Pacientes con marcapasos o desfibrilador
Esta es la contraindicación más crítica y no negociable. La corriente eléctrica utilizada en la electropunción puede interferir con el funcionamiento normal de estos dispositivos electrónicos implantados, lo que podría provocar arritmias cardíacas, fallas del dispositivo o incluso la muerte. Ningún paciente con un marcapasos o DAI debe someterse a electropunción, independientemente de la ubicación de la aplicación.
- Estimuladores cerebrales profundos (ECP) u otros dispositivos de estimulación neurológica
Al igual que con los marcapasos, la corriente eléctrica puede interactuar negativamente con otros dispositivos de estimulación neurológica implantados, como los utilizados para el tratamiento del Parkinson o el dolor crónico severo. Esta interferencia podría alterar la programación del dispositivo o causar efectos neurológicos no deseados.
- Embarazo
Generalmente, se considera una contraindicación absoluta realizar electropunción durante el primer trimestre del embarazo debido al período crítico de desarrollo fetal. En los trimestres posteriores, se deben evitar ciertos puntos tradicionalmente asociados con la inducción del parto o que se encuentran en la región abdominal y lumbar baja. La decisión de utilizar electropunción en mujeres embarazadas debe tomarse con extrema precaución y en consulta con el obstetra, evaluando rigurosamente el riesgo-beneficio.
- Epilepsia no controlada
La estimulación eléctrica puede desencadenar convulsiones en individuos con epilepsia no controlada. Si bien en pacientes con epilepsia bien controlada con medicación podría considerarse la electropunción con extrema precaución y bajo supervisión médica, la epilepsia no controlada es una contraindicación clara.
- Tumores malignos (en la zona a tratar o con metástasis activa)
Aunque la evidencia sobre el efecto directo de la electropunción en el crecimiento o la diseminación de tumores es limitada, por precaución, se contraindica la aplicación directa de electropunción sobre o cerca de un tumor maligno conocido o en áreas con metástasis activa. La estimulación eléctrica podría potencialmente aumentar la vascularización local y, teóricamente, influir en las células cancerosas.
- Infección local activa o celulitis en la zona de tratamiento
La punción de la piel en un área con una infección activa puede introducir bacterias más profundamente en los tejidos o diseminar la infección a otras partes del cuerpo. La electropunción debe posponerse hasta que la infección se haya resuelto por completo.
- Heridas abiertas o piel comprometida en el área de tratamiento
La electropunción no debe aplicarse sobre heridas abiertas, quemaduras, úlceras o áreas con dermatitis severa o erupciones cutáneas, ya que esto podría aumentar el riesgo de infección, irritación adicional y retrasar la cicatrización.
- Hemorragias activas o trastornos graves de coagulación
Pacientes con hemorragias activas o trastornos graves de la coagulación (como hemofilia severa) tienen un riesgo elevado de sangrado incontrolable incluso con la inserción de agujas finas. La electropunción está contraindicada en estos casos.
Contraindicaciones relativas y precauciones
Las contraindicaciones relativas son situaciones en las que la electropunción puede realizarse con precaución, después de una evaluación exhaustiva del riesgo-beneficio y, en algunos casos, con modificaciones en la técnica o los parámetros de estimulación.
- Tratamiento con anticoagulantes: Pacientes que toman medicamentos anticoagulantes (como warfarina, heparina o nuevos anticoagulantes orales) tienen un mayor riesgo de hematomas o sangrado en los sitios de punción. Si se decide proceder con la electropunción, se deben utilizar agujas delgadas, aplicar presión firme y prolongada después de la retirada de las agujas, y educar al paciente sobre la posible aparición de hematomas. En algunos casos, puede ser necesario obtener la autorización del médico prescriptor del anticoagulante.
- Diabetes no controlada o neuropatía diabética: Los pacientes con diabetes no controlada pueden tener una circulación comprometida y un mayor riesgo de infección y retraso en la cicatrización. La neuropatía diabética puede alterar la sensibilidad, lo que dificulta la comunicación sobre la intensidad de la estimulación. Se debe proceder con precaución, utilizar una higiene estricta y ajustar la intensidad de la corriente con cuidado, basándose más en la respuesta motora que en la sensación del paciente.
- Insuficiencia cardíaca congestiva descompensada: En pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva descompensada, la estimulación eléctrica podría potencialmente aumentar la carga cardíaca. Se debe tener precaución y considerar la intensidad y duración del tratamiento.
- Hipertensión no controlada: La electropunción podría causar fluctuaciones en la presión arterial en pacientes con hipertensión no controlada. Se recomienda estabilizar la presión arterial antes de considerar el tratamiento.
- Implantes metálicos cercanos al área de tratamiento: La presencia de implantes metálicos (como prótesis articulares o placas de osteosíntesis) cerca del área de tratamiento no es una contraindicación absoluta, pero se debe tener precaución. La corriente eléctrica podría generar un ligero calentamiento alrededor del metal a intensidades elevadas. Se recomienda evitar la punción directamente sobre el implante y utilizar parámetros de estimulación conservadores.
- Alteraciones de la sensibilidad en el área de tratamiento (aparte de la neuropatía diabética): Pacientes con otras condiciones que afectan la sensibilidad (como después de un accidente cerebrovascular o debido a una lesión nerviosa) pueden tener una percepción alterada de la corriente eléctrica, lo que dificulta el ajuste seguro y efectivo de la intensidad.
- Miedo severo a las agujas o ansiedad significativa: Si bien no es una contraindicación médica directa, el miedo extremo a las agujas o la ansiedad significativa pueden hacer que el tratamiento sea muy incómodo para el paciente y dificultar la cooperación, lo que podría aumentar el riesgo de movimientos bruscos y lesiones. En estos casos, se deben considerar alternativas o utilizar estrategias para reducir la ansiedad.
- Fatiga extrema o malestar general: En pacientes que se sienten muy fatigados o indispuestos debido a una enfermedad aguda menor (como un resfriado), es aconsejable posponer la electropunción hasta que se sientan mejor.
- Pacientes pediátricos y geriátricos: En estos grupos de pacientes, se requiere una evaluación cuidadosa y una adaptación de los parámetros de tratamiento debido a posibles diferencias en la sensibilidad de la piel y la respuesta fisiológica. La cooperación del paciente es fundamental, especialmente en niños.
- Áreas con varices o tromboflebitis superficial: Se debe evitar la punción directa en venas varicosas prominentes o en áreas con signos de tromboflebitis superficial para prevenir posibles complicaciones vasculares.
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Conclusión
La electropunción es una técnica valiosa en la fisioterapia moderna, pero su aplicación requiere un conocimiento profundo de sus indicaciones y, crucialmente, de sus contraindicaciones. Una evaluación exhaustiva del paciente, una comprensión clara de su historial médico y una consideración cuidadosa de las contraindicaciones relativas son esenciales para garantizar la seguridad y la eficacia del tratamiento.
Como fisioterapeutas, nuestra prioridad es siempre el bienestar de nuestros pacientes, y adherirnos a las pautas de contraindicación es un componente fundamental de una práctica clínica responsable y ética. Ante cualquier duda, siempre se debe optar por la precaución y, si es necesario, consultar con otros profesionales de la salud para asegurar la mejor atención posible para nuestros pacientes.