ARTROSIS

tratamiento de la artrosis

ARTROSIS

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Tratamiento de la artrosis: Que es, causas, fisioterapia

Si busca tratamiento para la artrosis en la rodilla, la cadera, el hombro u otra articulación, probablemente querrá saber cómo aliviar el dolor de sus articulaciones y frenar el avance de la enfermedad. La fisioterapia puede ayudarle a hacer ambas cosas.

La artrosis es un trastorno degenerativo de las articulaciones que se caracteriza por el desgaste del cartílago que recubre las articulaciones y la formación de osteofitos, o crecimientos óseos, en los bordes de las articulaciones. Esto puede causar dolor, inflamación y limitación de movimiento en las articulaciones afectadas. La artrosis se desarrolla a medida que se envejece, y es más común en las articulaciones que se utilizan con frecuencia, como las rodillas, caderas, manos y columna vertebral.

Existen diferentes factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la artrosis, como el envejecimiento, lesiones previas en las articulaciones, sobrepeso u obesidad, y trabajos o deportes que implican movimientos repetitivos o impactos. Algunos factores genéticos también pueden aumentar el riesgo de artrosis.

El tratamiento de la artrosis se enfoca en aliviar el dolor y mejorar la función de la articulación afectada. Esto puede incluir medicamentos para el dolor, como los antiinflamatorios no esteroideos, terapia física, ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, y en algunos casos, cirugía. En algunas personas, la pérdida de peso y el mantenimiento de un peso saludable pueden ayudar a reducir la presión en las articulaciones afectadas y mejorar los síntomas.

 

Quien sufre artrosis

La artrosis puede afectar a cualquiera. Aunque las mujeres son más propensas a sufrir dolor articular que los hombres, las estadísticas muestran que casi dos tercios de los que sufren dolor articular están en edad de trabajar, lo que significa que, independientemente del sexo femenino, los que tienen entre 20 y 65 años son los que corren mayor riesgo de sufrir este tipo de dolor. La mejor manera de enfrentarse a este dolor es entenderlo.

Aunque los medicamentos para el dolor pueden ayudar a reducir la experiencia del dolor de la artrosis, no hay ninguna píldora que cure el problema. Por este motivo, la fisioterapia se menciona habitualmente como una de las mejores prácticas para tratar el dolor.

La fisioterapia es muy específica y personalizada para satisfacer las necesidades de cada individuo, o incluso para una lesión o fuente de dolor concreta.

 

 

Causas de la artrosis

La artrosis es una enfermedad degenerativa que se produce cuando el cartílago articular que recubre las articulaciones se desgasta. Aunque el desgaste del cartílago articular puede ser causado por el proceso natural del envejecimiento, existen varios factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar artrosis.

Algunas de las causas comunes de la artrosis incluyen:

- Envejecimiento ya que la artrosis es más común en personas mayores, ya que con el paso del tiempo el cartílago se va desgastando.

- Lesiones en las articulaciones, como una fractura o un desgarro, pueden aumentar el riesgo en la articulación.

- El sobrepeso puede aumentar la presión en las articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y pies.

- Trabajos con movimientos repetitivos aumentan el riesgo de desarrollar artrosis en las articulaciones que se utilizan con frecuencia en la vida cotidiana.

- Predisposición genética ya que algunas personas tienen una mayor probabilidad de desarrollar artrosis debido a su estructura ósea o a alguna enfermedad hereditaria.

- Enfermedades inflamatorias, como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante, y otras enfermedades médicas como diabetes, osteoporosis y enfermedades del hígado pueden producir la aparición de artrosis.

 

 

 

 

Síntomas de la artrosis

Los síntomas de la artrosis pueden variar de persona en persona, pero algunos de los síntomas más comunes incluyen:

- Dolor en la articulación afectada, que es el principal síntoma y puede ser leve o intenso y puede empeorar con el movimiento. Puede ser continuo o intermitente y puede ser peor en momentos de clima frío y húmedo.

- La articulación afectada puede sentirse rígida, especialmente después de estar inactiva por un tiempo prolongado, como por ejemplo después de dormir o sentarse por un tiempo prolongado.

- Limitación de movimiento en la articulación afectada, lo que puede dificultar la realización de ciertas actividades diarias.

- Puedes experimentar fatiga en las articulaciones y músculos cercanos, ya que el cuerpo esta trabajando más para compensar el dolor y la rigidez.

- Crepitación en la articulación afectada puede hacer un ruido chirriante o chasqueante al moverse debido a la fricción entre los huesos.

- La articulación afectada puede hincharse y puede estar caliente al tacto debido a la inflamación.

- Debilidad muscular en los músculos cercanos a la articulación afectada puede ser común, debido a la inflamación y dolor.

 

 

Tratamiento de la artrosis

El tratamiento de la artrosis se enfoca en aliviar el dolor y mejorar la función de la articulación afectada.

Cada persona es diferente y puede responder de manera diferente al tratamiento conservador, por eso es importante trabajar con un especialista en reumatología o ortopedia para determinar los mejores tratamientos médicos para cada caso particular.

Además de este tratamiento médico, es importante mantener un estilo de vida saludable, incluyendo una dieta equilibrada, ejercicios regularmente y un control de peso, ya que puede ayudar a prevenir la progresión de la artrosis y mejorar la calidad de vida.

Los siguientes son algunos de los tratamientos comunes utilizados para tratar la artrosis:

- Analgésicos y antiinflamatorios son los medicamentos más comúnmente utilizados para aliviar el dolor y la inflamación asociados con la artrosis. También pueden utilizarse medicamentos como los corticoesteroides y los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina para aliviar los síntomas.

-  El ejercicio es importante para mantener la flexibilidad y la fuerza muscular. El ejercicio moderado, como caminar, andar en bicicleta o nadar, puede ser beneficioso para las personas con artrosis. Sin embargo, es importante evitar ejercicios de alto impacto o aquellos que causen dolor en las articulaciones afectadas.

- La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas y mejorar la movilidad articular. Los fisioterapeutas también pueden enseñar ejercicios específicos para ayudar a aliviar el dolor y mejorar la función de las articulaciones.

- Otras terapias ofrecen alivio como la acupuntura o los masajes y el uso de cataplasmas.

 

 

Fisioterapia para la artrosis

La fisioterapia puede ser muy beneficiosa para las personas con artrosis de cadera, rodilla o artrosis cervical. Los objetivos de la fisioterapia para la artrosis incluyen aliviar el dolor, mejorar la movilidad articular y fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas.

Aunque es imposible hacer retroceder el tiempo para eliminar los efectos de la artrosis y la degeneración, está demostrado que la fisioterapia puede ayudar a las personas a disminuir los síntomas de dolor y rigidez asociados a la artrosis. Además, la fisioterapia ayuda a ralentizar el proceso degenerativo del cartílago al mejorar la fuerza y la estabilidad de los músculos que rodean una determinada articulación, disminuyendo

Resulta que la mejora de la fuerza y la movilidad de los tejidos blandos y las articulaciones ayuda a reducir la aparición del dolor y suele conseguir que las personas sean mucho más funcionales. Diversas modalidades y la terapia manual alivian el dolor y un programa estructurado de ejercicios es vital para volver a funcionar.

Su fisioterapeuta conocerá con el mayor detalle posible antes de recomendarle un tratamiento de fisioterapia. Una vez que entendamos la causa subyacente de su artrosis, y exactamente cómo está afectando a su calidad de vida, podemos diseñar un régimen de tratamiento personalizado que puede incluir:

 

Los siguientes son algunos de los objetivos de los tratamientos fisioterapéuticos comunes utilizados para tratar la artrosis:

Mantener o aumentar la amplitud de movimiento de la articulación

La artrosis puede hacer que una articulación se vuelva rígida. La fisioterapia puede mejorar su capacidad para doblar y enderezar una articulación. Incluso las mejoras graduales en la amplitud de movimiento de una articulación pueden suponer una diferencia significativa en su funcionamiento. Por ejemplo, conseguir que una rodilla se doble sólo 10 grados más puede permitirle levantarse y sentarse de sillas bajas.

Fortalecer los músculos que sostienen una articulación

Cuando la artrosis hace que el cartílago protector se desgaste en una articulación, puede haber una fricción dolorosa entre los huesos de la articulación. Se puede reducir esta fricción fortaleciendo los músculos circundantes que sostienen la articulación. Un fisioterapeuta cualificado puede identificar las zonas con contractura muscular y enseñarle a tratar estas deficiencias con el ejercicio terapéutico para ayudarle a mejorar la fuerza y la estabilidad de sus articulaciones.

 

Mejorar el equilibrio

Las personas a menudo tienen problemas de equilibrio como consecuencia de la debilidad muscular, la disminución de la función articular, la disminución de la movilidad y otros factores. Además del fortalecimiento, los fisioterapeutas también pueden incorporar componentes de equilibrio en su plan de tratamiento que incluyen cambios en el terreno, distancias de marcha y elevación para simular las tareas funcionales diarias en un esfuerzo por mejorar el equilibrio y reducir el riesgo de caídas.

 

Mejorar la postura

Una buena postura puede aliviar la tensión de las articulaciones. Su fisioterapeuta puede informarle sobre las formas de ajustar su postura y reducir la tensión en las articulaciones al sentarse, levantarse y caminar. Esto puede incluir sugerencias para modificar su entorno en casa y en el trabajo, e incluso en su coche.

Cambios sencillos, como ajustar la posición del asiento del coche, pueden reducir la tensión en las articulaciones para facilitar su rutina diaria y la disminución del dolor.

 

Ejercicio físico

Se recomienda encarecidamente los ejercicios de fisioterapia para la artrosis; este enfoque también puede resultar muy valioso. Dependiendo de la gravedad de su enfermedad, podemos prescribir ejercicios pasivos de amplitud de movimiento, ejercicios de fortalecimiento para estabilizar la sobrecarga articular y/o ejercicios aeróbicos ligeros para hacer fluir la sangre y aumentar su actividad física.

Terapias de tejidos blandos

las técnicas de terapia manual como el masaje o la terapia de tejidos profundos pueden ayudar mucho al alivio del dolor, la aparición de contracturas, la rigidez y la inflamación.

La punción seca, la estimulación muscular eléctrica, los ultrasonidos y otras terapias de los tejidos blandos también pueden ayudar.

Cambios en la dieta y el estilo de vida

Puede recomendar estrategias específicas para bajar de peso corporal, mejorar el equilibrio nutricional y adoptar un estilo de vida más saludable en la vida diaria para las articulaciones y como tratamiento para la artrosis.

 

 

Es importante seguir las recomendaciones del fisioterapeuta para evitar daños en las articulaciones. Por lo tanto el tratamiento fisioterapéutico se adaptará a las necesidades y características de cada paciente, con el objetivo de aliviar el dolor, mejorar la función y calidad de vida, y prevenir la aparición de complicaciones.

 

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Prevención de la artrosis

Aunque no se puede prevenir completamente, hay varios pasos que se pueden tomar para retrasar el desarrollo de artrosis. Algunas medidas de prevención incluyen:

- Mantener un peso saludable

El exceso de peso puede aumentar la presión en las articulaciones, especialmente en las rodillas, caderas y pies. Mantener un peso saludable puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollar artrosis y mejorar los síntomas si ya se tiene.

- Realizar ejercicios de manera regular

El ejercicio moderado, como caminar, andar en bicicleta o nadar, puede ser beneficioso para las personas con artrosis. Sin embargo, es importante evite actividad física de alto impacto o aquellos que causen dolor en las articulaciones afectadas.

- Evitar lesiones

Es importante evitar actividades que puedan causar lesiones en las articulaciones, como el deporte de contacto o el levantamiento de objetos pesados de forma inadecuada.

- Cuidar las articulaciones

Es importante proteger las articulaciones y evitar movimientos que puedan causar dolor, como mantener una postura adecuada durante el trabajo o al dormir.

- Seguir una dieta saludable

Una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras puede ayudar a mantener un peso saludable y proporcionar los nutrientes necesarios para el mantenimiento de las articulaciones.

- Controlar enfermedades

Es importante controlar y tratar enfermedades crónicas, como la diabetes, la osteoporosis o enfermedades inflamatorias, ya que pueden contribuir al desarrollo de la artrosis.

 

 

Que no puede hacer una persona con artrosis

Si sufre artrosis de rodilla o artrosis de cadera pueden tener dificultad para realizar ciertas actividades debido al dolor persistente y la limitación de movimiento en las articulaciones afectadas. Algunas actividades que pueden ser difíciles o imposibles para las personas con perdida del cartílago articular incluyen:

 

- Actividades de alto impacto

Deportes o actividades que implican correr o saltar, como el baloncesto o el atletismo, pueden ser difíciles o imposibles debido al impacto en las articulaciones.

 

- Levantar objetos pesados

Las personas con artrosis pueden tener dificultad para levantar objetos pesados debido a la debilidad y el dolor en las articulaciones afectadas.

 

- Actividades que requieren flexibilidad

Actividades que requieren flexibilidad en las articulaciones, como la danza o el yoga, pueden ser difíciles o imposibles debido a la rigidez y limitación de movimiento.

 

- Estar de pie durante mucho tiempo

Estar de pie durante largos periodos de tiempo puede ser difícil o doloroso debido al impacto en las articulaciones y la debilidad muscular.

 

- Estar sentado durante mucho tiempo

Sentarse durante largos períodos de tiempo puede hacer que las articulaciones duelan y pueden dificultar el movimiento.

 

- Movimientos repetitivos

Actividades que implican movimientos repetitivos, En la actividad profesional como el teclear o el usar herramientas manuales, pueden ser difíciles o imposibles debido al dolor y la debilidad en las articulaciones afectadas.