Contractura del esternocleidomastoideo – Que hacer, fisioterapia

Es muy probable que tengas con una contractura del esternocleidomastoideo (ECM). ¿Sientes una punzada aguda o un dolor sordo que sube por un lado de tu cuello, quizás hasta detrás de tu oreja o incluso el ojo? ¿Te cuesta girar la cabeza para mirar por encima del hombro o inclinarla hacia un lado? Este músculo, es uno de los más importantes y a la vez más propensos a la tensión en la zona del cuello.

Como fisioterapeuta, veo a diario cómo las contracturas del ECM pueden ser increíblemente limitantes y dolorosas. El estrés, las malas posturas y hasta el simple acto de dormir de una forma inadecuada pueden hacer que este músculo se ponga tenso y te impida realizar movimientos tan básicos como mirar el tráfico o contestar al teléfono. Pero tengo buenas noticias: las contracturas del ECM tienen solución.

En este artículo, te guiaré a través de todo lo que necesitas saber sobre ellas. Desgranaremos qué es este músculo, por qué se contrae, cómo reconocer sus síntomas y, lo más importante, cómo podemos tratarlas y prevenirlas. Mi objetivo es darte las herramientas y el conocimiento para que recuperes la libertad de movimiento de tu cuello y le digas adiós al dolor. ¡Prepárate para entender y cuidar mejor tu cuello!

¿Qué es el esternocleidomastoideo y por qué se contrae?

El Esternocleidomastoideo (ECM) es un músculo largo y fuerte que se encuentra en la parte frontal y lateral de tu cuello. Recibe su nombre de los tres puntos a los que se une: el esternón (en el centro del pecho), la clavícula (el hueso que va del esternón al hombro) y la apófisis mastoides (una protuberancia ósea detrás de la oreja). Puedes sentirlo fácilmente si giras la cabeza hacia un lado y tensas el cuello: verás una «cuerda» sobresalir en la parte lateral.

Este músculo tiene funciones vitales:

• Rotar la cabeza: Por ejemplo, para mirar a la izquierda o a la derecha.
• Inclinar la cabeza: Hacia un hombro.
• Flexionar el cuello: Para llevar la barbilla hacia el pecho.
• También participa en la respiración forzada.

Debido a su posición y sus múltiples funciones, el ECM es muy vulnerable a la tensión y las contracturas. Una contractura del ECM es, simplemente, cuando las fibras de este músculo se acortan y se quedan tensas de forma involuntaria, formando un nudo doloroso que limita su función.

Síntomas de una contractura del esternocleidomastoideo

Una contractura en el ECM puede manifestarse con una variedad de síntomas, algunos de los cuales pueden ser sorprendentes por su ubicación. Presta atención a estas señales:

1. Dolor localizado en el lateral del cuello: Sentirás un dolor sordo o agudo a lo largo del músculo, desde la base del cráneo (detrás de la oreja) hasta la clavícula o el esternón. Al tocar el músculo, puedes sentir una banda tensa o un «nudo» muy sensible.

    

2. Rigidez y limitación del movimiento del cuello: Te costará girar la cabeza hacia el lado contrario al músculo afectado o inclinarla hacia el mismo lado. Mover el cuello puede aumentar el dolor.

    

3. Dolor referido (¡el más característico!): Este es un síntoma distintivo del ECM. El dolor no se queda solo en el cuello, sino que puede irradiarse a otras zonas, lo que a veces confunde el diagnóstico.
   • Hacia la cabeza y la cara: Puede provocar dolor de cabeza en la zona de la sien, la frente, alrededor del ojo o incluso la mandíbula. Puede sentirse como una tensión detrás del ojo.
   • Hacia la garganta: A veces, una contractura severa puede causar dificultad al tragar o una sensación de «nudo en la garganta».
   • Hacia el oído: Dolor de oído o zumbidos (tinnitus), aunque esto es menos común.

      

4. Mareos o desequilibrio (ocasional): En algunos casos, sobre todo si la contractura es muy intensa, puede provocar una sensación de mareo o inestabilidad, especialmente al cambiar de posición rápidamente.

    

5. Visión borrosa (puntual): Rara vez, puede generar visión borrosa temporal en el ojo del lado afectado.

    

6. Sensación de pesadez o cansancio: El cuello se siente «cargado» o fatigado, incluso después de periodos de descanso.

    

7. Empeoramiento con ciertas posturas: Leer en la cama, mirar hacia arriba o abajo por mucho tiempo, o mantener el cuello girado pueden agravar el dolor.

Causas de la contractura del esternocleidomastoideo

El ECM es un músculo muy activo y sensible al estrés, por lo que varias situaciones pueden provocar su contractura:

1. Malas posturas mantenidas:
   • Uso excesivo del móvil o tablet: Mantener la cabeza inclinada hacia abajo durante mucho tiempo («text neck»).
   • Posiciones al dormir: Dormir boca abajo (con el cuello muy girado) o usar una almohada demasiado alta o baja que no respete la curvatura natural del cuello.
   • Postura en el trabajo: Estar sentado frente al ordenador con la cabeza adelantada o torcida.
   • Conducir: Mantener una posición tensa del cuello o girarlo constantemente.

      

2. Estrés y tensión emocional: El ECM es un «músculo del estrés». La tensión emocional se traduce directamente en una contracción involuntaria y mantenida de este y otros músculos del cuello y hombros.

    

3. Movimientos bruscos o traumatismos:
   • Latigazo cervical: Un movimiento repentino y violento del cuello (común en accidentes de tráfico).
   • Golpes directos en el cuello o la cabeza.
   • Giro brusco de la cabeza.

      

4. Sobreesfuerzo o actividad física inusual:
   • Realizar ejercicios que implican mucha fuerza con el cuello sin el calentamiento adecuado.
   • Cargar peso sobre un hombro de forma desequilibrada.

      

5. Debilidad muscular: Si otros músculos del cuello o la espalda son débiles, el ECM puede sobrecargarse al intentar compensar y mantener la cabeza.

    

6. Problemas visuales: Esforzar la vista puede hacer que adoptemos posturas compensatorias con el cuello, tensando el ECM.

    

7. Respiración incorrecta: En personas que tienden a respirar usando los músculos accesorios del cuello (como el ECM) en lugar del diafragma, este músculo puede fatigarse y contracturarse crónicamente.

Tratamiento de la contractura del esternocleidomastoideo

Cuando una contractura del ECM te limita y no mejora con los cuidados caseros, es el momento de consultar a un fisioterapeuta. Nuestro objetivo no es solo aliviar el síntoma, sino ir a la raíz del problema y asegurar una recuperación completa.

Un plan de tratamiento de fisioterapia para una contractura del ECM puede incluir:

1. Terapia Manual: Es la base de nuestro trabajo. Incluye diversas técnicas aplicadas con las manos del fisioterapeuta:
   • Masaje descontracturante: Técnicas muy suaves y precisas sobre el músculo ECM para relajar las fibras tensas, aumentar el flujo sanguíneo y deshacer los «nudos». Es crucial que sea suave debido a la delicadeza de la zona.
   • Técnicas de Liberación Miofascial: Aplicación de presión sostenida sobre el tejido conectivo que rodea el músculo para restaurar su elasticidad.
   • Movilizaciones articulares: Movimientos suaves y específicos para mejorar la movilidad de las vértebras cervicales (del cuello) si están restringidas.

      

2. Técnicas Invasivas (si es necesario y bajo criterio profesional): Para contracturas muy profundas o puntos gatillo resistentes:
   • Punción seca: Inserción de agujas muy finas, sin medicación, directamente en los puntos gatillo del ECM para desactivarlos y generar una relajación profunda. Requiere gran precisión y conocimiento anatómico.
   • Electropunción: Similar a la punción seca, pero aplicando una corriente eléctrica de baja intensidad a través de las agujas. Potencia la relajación muscular y el efecto analgésico, siendo muy eficaz en casos de dolor crónico o irradiado.

      

3. Electroterapia y Termoterapia:
   • Calor Local: Aplicación de calor (compresas calientes, diatermia) para relajar el músculo antes o durante las técnicas manuales.
   • TENS (Estimulación Nerviosa Eléctrica Transcutánea): Aplicación de corriente a través de la piel para modular el dolor.

      

4. Educación del paciente: Es fundamental que entiendas tu problema. Te daremos consejos sobre:
   • Higiene postural: Cómo sentarte, usar el móvil, la postura al conducir y, muy importante, cómo dormir.
   • Ergonomía: Ajustes en tu puesto de trabajo para que la pantalla, teclado y silla sean adecuados.
   • Manejo del estrés: Técnicas de relajación que puedes incorporar a tu vida diaria.

5. Ejercicio terapéutico: La clave para la recuperación a largo plazo y la prevención. Tu fisioterapeuta diseñará un programa personalizado que incluya:
   • Estiramientos específicos: Para el ECM y otros músculos del cuello y hombros.
   • Fortalecimiento: Ejercicios para fortalecer los músculos débiles del cuello y la espalda alta que dan estabilidad a tu cabeza.
   • Ejercicios de control motor y propiocepción: Para reeducar el movimiento del cuello y mejorar el equilibrio.

Ejercicios para la contractura del esternocleidomastoideo

Una vez que el dolor agudo ha disminuido y bajo la supervisión de tu fisioterapeuta, estos ejercicios pueden ayudarte a mejorar la flexibilidad y a relajar tu cuello. Realízalos siempre de forma suave, sin forzar y sin sentir dolor. Si el dolor aumenta, detente.

1. Estiramiento básico del ECM (Inclinación y Rotación):
   • Siéntate o ponte de pie con la espalda recta y los hombros relajados.
   • Paso 1 (Inclinación): Inclina suavemente la cabeza hacia un lado, intentando llevar la oreja hacia el hombro (el hombro debe mantenerse relajado y bajo). Sentirás el estiramiento en el lado opuesto del cuello.
   • Paso 2 (Rotación): Desde esa posición, gira ligeramente la barbilla hacia el hombro contrario. Esto intensificará el estiramiento del ECM.
   • Ayuda manual (opcional y suave): Puedes usar la mano del lado hacia el que inclinas la cabeza para aplicar una presión muy ligera sobre la cabeza, solo para acentuar el estiramiento.
   • Mantén el estiramiento durante 20-30 segundos. Realiza 2-3 repeticiones por cada lado.

      

2. Estiramiento del trapecio superior (relacionado con el ECM):
   • Siéntate o ponte de pie. Inclina la cabeza hacia un lado (oreja hacia el hombro).
   • Con la mano del lado opuesto, agarra la parte inferior de tu silla o siéntate sobre tu mano para fijar el hombro hacia abajo.
   • Siente el estiramiento en la parte superior del hombro y el lateral del cuello. Mantén 20-30 segundos.
   • Realiza 2-3 repeticiones por cada lado.

      

3. Flexión cervical suave (para la nuca):
   • Siéntate derecho. Lleva lentamente la barbilla hacia el pecho, sintiendo un estiramiento en la parte posterior del cuello.
   • Puedes entrelazar los dedos detrás de la cabeza y dejar que el peso de tus brazos ayude a estirar suavemente la nuca.
   • Mantén 20-30 segundos. Realiza 2-3 repeticiones.

      

4. Movilizaciones activas suaves:
   • Rotaciones: Gira lentamente la cabeza de un lado a otro, como diciendo «no».
   • Inclinaciones: Inclina suavemente la cabeza de lado a lado, como diciendo «quizás».
   • Flexión/Extensión: Lenta y suavemente, lleva la barbilla al pecho y luego la mirada al techo.
   • Realiza 5-10 repeticiones de cada movimiento, de forma fluida y sin forzar.

      

5. Automasaje con los dedos:
   • Identifica el nudo o la zona tensa en tu ECM (gira la cabeza y siéntelo en el lateral del cuello).
   • Con las yemas de tus dedos, aplica una presión suave pero firme sobre la zona tensa. Puedes hacer pequeños círculos o mantener una presión constante sobre el punto más doloroso durante 30-60 segundos.
   • Realiza este automasaje durante 2-3 minutos en cada lado, siempre con una presión tolerable.

Preguntas frecuentes sobre la contractura del esternocleidomastoideo

Aquí respondo a algunas de las preguntas más comunes que mis pacientes tienen sobre las contracturas del ECM:

• ¿Es la contractura del ECM siempre por el estrés? El estrés es una causa muy común, pero no la única. Las malas posturas al dormir o al trabajar, los movimientos bruscos o un latigazo cervical también son factores importantes.

   

• ¿Por qué me duele la cabeza o el ojo si es una contractura en el cuello? El ECM es un músculo que, al contraerse, puede «referir» el dolor a otras zonas. Tiene patrones de dolor muy específicos que incluyen la sien, la frente, alrededor del ojo o incluso la mandíbula y el oído.

   

• ¿Puedo usar frío o calor? Generalmente, el calor es más beneficioso para relajar una contractura establecida en el ECM (15-20 minutos). Si sientes inflamación aguda o ha sido por un traumatismo reciente, el frío (10-15 minutos) podría ser mejor inicialmente.

   

• ¿Qué almohada debo usar? Una almohada adecuada es crucial. Debe mantener tu cuello alineado con el resto de tu columna vertebral, sin que la cabeza quede ni muy elevada ni muy baja. La mejor almohada es aquella que se adapta a la forma de tu cuello y a tu posición al dormir (de lado o boca arriba).

   

• ¿Es peligroso masajearse el ECM? El automasaje debe ser suave y superficial. El ECM está cerca de vasos sanguíneos y nervios importantes. Es mejor que un profesional realice el masaje profundo.

   

• ¿Cuánto tiempo tarda en quitarse una contractura del ECM? Una contractura leve y reciente puede mejorar en unos pocos días con cuidados en casa. Una contractura más severa o crónica puede requerir varias sesiones de fisioterapia y un par de semanas o más para resolverse por completo.

   

• ¿Cuándo debería preocuparme más allá de una contractura? Si el dolor es insoportable, sientes debilidad o adormecimiento en el brazo/mano, tienes dificultad severa para tragar o si el dolor se acompaña de fiebre, es fundamental buscar atención médica de inmediato.

La contractura del esternocleidomastoideo es una molestia común que puede afectar significativamente tu calidad de vida, limitando el movimiento de tu cuello y provocando dolores referidos inesperados. Entender qué es, por qué aparece y cómo se manifiesta es el primer paso para tomar el control de tu bienestar. Las medidas caseras como el calor, los estiramientos suaves y el automasaje pueden ofrecer un alivio inicial, pero si el dolor persiste, es intenso o se vuelve recurrente, tu cuerpo te está pidiendo una ayuda más especializada.

No dudes en buscar el apoyo de un fisioterapeuta. Somos los profesionales capacitados para ofrecerte un diagnóstico preciso, aplicar las técnicas más efectivas para tu caso (desde masajes y terapia manual hasta punción seca o electropunción) y, lo que es más importante, para diseñarte un plan de ejercicios y darte consejos para prevenir futuras contracturas.

¡Libera tu cuello, recupera la movilidad y disfruta de una vida más cómoda y sin dolor!

Bibliografía

La información presentada en este artículo se basa en la práctica clínica y la evidencia científica en fisioterapia. A continuación, se presentan algunas referencias clave:

• Travell, J. G., & Simons, D. G. (1999). Myofascial Pain and Dysfunction: The Trigger Point Manual. Vol. 1: Upper Half of Body. Lippincott Williams & Wilkins. (Obra fundamental para entender los puntos gatillo miofasciales, incluyendo el ECM y sus patrones de dolor referido).
• Fernández-de-las-Peñas, C., & Nijs, J. (2019). «Trigger Point Dry Needling for the Management of Chronic Musculoskeletal Pain: A Systematic Review and Meta-Analysis.» Pain Practice, 19(5), 517-531. (Aborda la eficacia de técnicas para tratar los puntos asociados a contracturas).
• Dommerholt, J., & Fernández-de-las-Peñas, C. (Eds.). (2018). Trigger Point Dry Needling: An Evidence-Based Clinical Manual. Elsevier Health Sciences.
• Kitchen, S., & Bazin, S. (Eds.). (2014). Clayton’s Electrotherapy: Theory & Practice. Elsevier Health Sciences. (Para comprender el uso de modalidades como el calor).
• Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Madrid: Ofrecen recursos y listados de profesionales cualificados para una atención segura y efectiva.
• Organización Mundial de la Salud (OMS): Información general sobre dolor musculoesquelético y su manejo.